jueves, 26 de diciembre de 2013

Tiempo para afilar el hacha

Cada fin de año es un cierre de un ciclo, es el final de una temporada y el comienzo de una nueva, es una oportunidad para hacer un balance de lo que vivimos durante el ciclo recién pasado e invitar aquello que queremos incorporar para la nueva etapa que se avecina.

En ésta época nos conectamos con lo importante, con lo que nos hace sentido, nos reunimos con la familia, con los amigos, nos deseamos felicidad y prosperidad. Conmemoramos también a la vida, el nacimiento de Jesús. Muchos se vuelcan a lo religioso, y se viven su espiritualidad desde ahí, otros, simplemente se viven sus ritos de otra manera, conectándose con sus propósitos en la vida, en ceremonias familiares o de amigos.

Pienso que la vida espiritual es una dimensión irrenunciable por parte del ser humano, es la conexión con el propósito, con aquello que creemos es más grande que nosotros mismos, es la conexión con el "para qué" hacemos lo que hacemos, y en ésta época de fin de año, nos conectamos con eso, con lo importante. No es inocente entonces que nos deseemos Paz y Felicidad

La Paz, es aquella emoción que aparece cuando aceptamos el pasado, cuando miramos hacia atrás y entendemos que lo que ha sucedido, ya no lo podemos cambiar, es parte de nuestra historia, de lo que nos constituye como las personas que somos hoy en día. Los hechos ocurridos, no son ni buenos ni malos en si mismos, somos nosotros los que les atribuimos un valor, y cuando nos resistimos a esto, estaremos resistiendo también la superación del pasado, lo que nos deja enganchados en él, es como una estaca que no nos permite avanzar, y cuando esta sensación de no poder dejar el pasado atrás se mantiene, vamos creando un estado anímico de resentimiento, lo cual carcome el alma, nos hace juzgar a otros, nos hace competir y separar. Al desearnos paz, estamos deseando tranquilidad y aceptación del pasado, que nos permite tener una mirada de futuro limpia y conectada con otros y con nuestros propósitos.

La felicidad, también es algo que nos deseamos, pero ¿qué sería la felicidad? Yo supondría que habrá tantas definiciones como personas. Para mí, la felicidad tiene mucho que ver con el amor, con sentir y sentirse amado, y ¿qué es el amor? También hay muchas interpretaciones, pero acá me voy a permitir dar una que me hace mucho sentido y que proviene de Clovis de Barros, profesor de ética y filosofía en la universidad de San Pablo en Brasil. Él da tres definiciones de amor según tres personajes de la historia, que en su conjunto son claves para una buena vida. La primera, es la definición de amor por parte de Platón (Eros) que tiene que ver con el deseo, "yo amo lo que no tengo, lo que deseo". Esto para mí, tiene una mirada de futuro, de trascendencia, de propósito y sentido, me mantiene conectado con mis sueños. El segundo pensador que cita Clovis, es Aristóteles, con su concepto de Filia, o alegría, que lo traduce como el amor por lo que ya tengo, por lo que aprendo, por lo que soy. Esto lo relaciono con la celebración, honrar lo que es, lo que hay, con el agradecimiento y la sensación de plenitud. El tercer gran pensador que es citado es el mismo Jesús, quien define el amor como Agape, que es la felicidad del prójimo, del ser amado, es verse en el otro y amarlo, evitar su sufrimiento, ponerse a disposición.

Creo que una buena vida no puede prescindir de ninguna de estas dimensiones, creo que acá hay elementos sobre lo importante, sobre aquello que queremos para nosotros y para otros, elementos con los cuales conectarnos para visualizar un futuro deseado.

Cuenta la historia sobre una competencia de leñadores en donde se enfrentaba un leñador joven, físicamente muy superior a su contrincante ya entrado en años. La persona joven comenzó muy rápido a dar hachazos al tronco, pero finalmente perdió. Reconociendo su derrota fue donde el anciano y le pregutó cómo lo había hecho para ganarle si no tenía la resistencia y lo había visto descansar muchas veces. El viejo le respondió que no paraba para descansar, sino para afilar el hacha.

Fin de año, es un tiempo para aquello, para parar, mirar, conectarse, definir caminos, afilar el hacha y seguir adelante, siguiendo nuestros sueños, celebrando y agradeciendo nuestro presente, colaborando, amando y sirviendo a otros que le dan sentido a nuestra existencia. Les deseo Paz, eros, filia y agape para todos.

domingo, 22 de diciembre de 2013

De Aprendices y Sabelotodo

Me gusta mucho una frase de Eric Hoffer, que dice: "En tiempos de cambio, los aprendices heredarán la tierra, mientras que los sabelotodo estarán perfectamente equipados para un mundo que ya no existe".

¿Quién sería este aprendiz? Creo que aprendices somos todos aquellos que sabemos que no sabemos, tal como decía Socrates en su célebre frase, "sólo se que nada sé". En esta frase, Sócrates, que era el más grande pensador de su época, hace una declaración de ignorancia, se declara aprendiz y con ello, se abre a la posibilidad de cambio.

¿Cuantas cosas habrá para saber en el mundo que nos rodea? ¿cuantas podemos retener? ¿Cuántas nos quedarán por aprender? ¿qué costos puede tener el creer que sabemos? ¿Cuánto más se podrá vertir en un recipiente que está lleno?

Estamos en una sociedad que valora más las respuestas que las preguntas, a los niños en el colegio se les exige que sepan responder a lo que el profesor les pregunta, se les exige conocimiento de las materias que les fueron enseñadas, las que supuestamente describen el mundo. Les exigimos a los alumnos a tener "la" respuesta correcta, que es enseñada como "la verdad", ponemos notas y etiquetamos la capacidad de respuesta separando aquellos que saben de los que no. ¿Qué espacio de creación deja esto? ¿cuál es el espacio de aplicación de lo aprendido?. Si no tenemos donde aplicar los aprendizajes, se transforman en temas teóricos, separamos el saber de la aplicación, desvinculamos la pregunta de la respuesta ya que al no haber una verdadera necesidad que satisfacer, el conocimiento se transforma en algo muerto, en un camino sin salida, en un fin en sí mismo. Esto lo podemos ver con la infinidad de conocimiento innecesario que tenemos en nuestras memorias, conocimientos que no nos mejoran la vida necesariamente, sino, simplemente nos sirven para dar explicaciones de cosas que a veces ni siquiera nos afectan.

Yo me pregunto, ¿Qué pasaría si nos enseñaran a cuestionar más que a aceptar las verdades externas? ¿Qué pasaría si a los alumnos los evaluaran por hacerse preguntas potentes, preguntas que les abran posibilidades de crear mundos nuevos? Necesitamos diseñar un mañana diferente al que vivimos hoy en día, dando sentido a nuestras acciones, siendo sostenibles a través de nuestras interpretaciones, necesitamos parar un poco la vorágine de respuestas en que vivimos para poder entender cuáles son las preguntas que están respondiendo. Como decía Mafalda, "paren el mundo que me quiero bajar!"

Einstein definía la locura como la repetición de las mismas acciones esperando un resultado diferente, creo que hoy en día estamos viviendo una época bastante loca, especialmente en las organizaciones, en donde no nos hacemos nuevas preguntas, sino que queremos que las respuestas que ya conocemos se hagan cargo de un futuro diferente. Muchos esperan que venga una nueva tecnología a salvarnos de nuestra propia autodestrucción, la cual ha devenido de esta misma forma de ver el mundo. Nuestras interpretaciones, siempre provienen de algo conocido, de lo que hemos aprendido en nuestra historia, en cambio, nuestros cuestionamientos, provienen de lo que hay por conocer, de lo que no sabemos, de nuestras inquietudes.

Vivimos en una época de miedo a perder lo que creemos tener por seguro, miedo a que nuestras respuestas ya no sirvan, predomina el estado anímico de la resignación, en donde nos decimos que ésta, es la única forma de vivir que hay, y donde nuestra acción no tiene influencia en el entorno. Miramos el conocimiento como algo objetivo, algo inmutable, creemos que las respuestas que nos hemos dado hasta ahora describen el mundo y la naturaleza humana.  Estas respuestas debieran hacerse cargo de nuestras necesidades, pero ¿cuáles son estas necesidades? si cerramos los ojos y nos hacemos la pregunta ¿Qué es lo que realmente necesito ahora? seguramente no aparecerán los autos de lujo ni una televisión más grande, a lo mejor aparecen cosas como la tranquilidad, amor, felicidad, compañía, etc. Necesidades que curiosamente no se satisfacen con la manera de vivir que hoy en día la sociedad considera exitosa, con las respuestas del mercado.

La nueva sociedad, la tenemos que construír entre todos, necesitamos aprender una nueva forma de mirar el mundo, inclusiva, compasiva, generosa y agradecida. Pienso que necesitamos aprender a aprender nuevamente, enamorarnos de las preguntas y no de las respuestas para tener relaciones más ricas, sociedades más justas, empresas que generen más valor, personas más felices, una espiritualidad más plena y una forma de vivir más colaborativa. Hay ejemplos que dan testimonio de este cambio, ejemplos de paises como Uruguay, Butan y otros que están dando pasos para una sociedad diferente. Muchas empresas también se están haciendo cargo del desafío y se dejan acompañar para poder ofrecer sentido a sus empleados y reconectarse con la necesidad para la cual fueron concebidas.

Al otro lado están los sabelotodo, aquellos que viven en sus respuestas, aterrados de no saber, de perder su seguridad, de mostrar el alma desnuda. El sabelotodo, se resiste a modificar su forma de ver el mundo, pretende entender  y controlar la forma como funciona el exterior y las circunstancias que lo rodean para predecir y justificar los resultados que obtiene, sin mirarse en el proceso, y ridiculiza nuevos saberes con tal de proteger sus propias interpretaciones. El aprendiz en cambio, reflexiona sobre sus posibilidades de transformación personal y de influir en su entorno, valora otras miradas y las legitima, se hace responsable de sus acciones y se reconoce protagonista de su propia vida.

El sabelotodo, cree que se moja porque dadas las condiciones climáticas imperantes, llueve. Su conclusión será no salir cuando hay probabilidad de lluvia y protegerá su situación actual. El aprendiz en cambio, reflexiona, entiende que hay algo que no sabe, busca en su interior aquello que lo mueve, reconoce que no lleva paraguas y aprende a no mojarse, sin dejar de satisfacer su necesidad de libertad.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Las Organizaciones y el Cigarro

Una creencia común, que de hecho se enseña en las universidades, es que al mejorar la inteligencia de los individuos que componen el sistema, el resultado total mejorará consecuentemente.

En la práctica, creo que no es así. Según el libro Metamanagement de Fredy Kofman, si maximizamos únicamente la inteligencia individual en un equipo, lo que ocurrirá es que la inteligencia total será mucho menor que la suma de las partes. Podemos ver un ejemplo en el deporte, en donde existen equipos carísimos y llenos de estrellas con bajo rendimiento.

En muchos lugares se pueden encontrar personas muy capacitadas, que en la teoría debieran maximizar el valor entregado por una organización, pero en la práctica no ocurre lo mismo, en muchos casos porque no se cumplen los supuestos de la teoría. Parece ser que los seres humanos no nos comportamos siempre lógicamente como nos enseñaron en la universidad, al parecer, no somos tan racionales como nos hicieron creer en el pizarrón.

Entonces, el problema parece no ser la meta, ni lo que el equipo debe realizar... al parecer, el quiebre está en el cómo se articula la conducta del equipo, que claramente tiene que ver con las personas y los individuos, pero más aún tiene que ver con la interacción entre los individuos.

¿Cómo hacen equipo aquellos gerentes que tienen resultados extraordinarios?

La organización Gallup, realizó un estudio en donde se entrevistó a 80.000 gerentes de 400 empresas para determinar quién lideraba equipos con resultados excelentes y quién no. Fueron utilizadas medidas objetivas de rendimiento, tales como resultados de ventas, rentabilidad, satisfacción de clientes, índices de retención de personal y índices de clima interno. Este es el estudio más grande que se ha realizado en el tema hasta ahora. Las conclusiones determinaron que la jefatura directa es quien más incide en el resultado de los equipos.

Lo expuesto acá no tiene nada de nuevo seguramente, al igual que no tiene nada de nuevo que el cigarro hace mal para la salud. La pregunta sería ¿Por qué las personas siguen fumando aún cuando saben que deben dejarlo? ¿Porqué los jefes tienen ciertos comportamientos, si saben que otros les podrían abrir posibilidades? Quizás, sea un tema de hábitos, del observador que estamos siendo, de cómo hemos aprendido ciertos vicios en el trato de otros, cómo alimentamos el ego, cómo cuidamos la imagen y la estabilidad, el miedo al cambio, en las interacciones, en nuestra manera de plantearnos nuestro quehacer y cómo vemos a los demás, cómo hacemos equipo y cómo interactuamos en ellos. Todos estos, son comportamientos aprendidos, y como tal, se pueden aprender otros.
 
Les dejo estas doce preguntas de Fredy Kofman que son las que con mayor énfasis determinaron los resultados extraordinarios de los equipos del estudio, en el mismo orden. A lo mejor, vale la pena hacérselas o aplicarlas a sus colaboradores en la organización en que estén, que les pongan una puntuación simple, quizás de uno a cinco. Aunque ya lo sepan, aunque ya sepan que fumar hace mal, seguramente hay personas que fuman en su equipo...

¿Sé lo que se espera de mí en mi trabajo?
¿Tengo los materiales y el equipo que necesito para hacer bien mi trabajo?
¿Tengo la oportunidad de expresar mis mejores capacidades cada día en mi trabajo?
¿He recibido en los últimos 7 días algún reconocimiento o felicitación por hacer un buen trabajo?
¿Le importo como ser humano a mi supervisor?
¿Se preocupa mi supervisor por mi desarrollo profesional y humano?
¿Son tomadas en cuenta mis opiniones?
¿Mi trabajo es importante como parte de la misión y el propósito de la compañía?
¿Están mis colegas comprometidos con hacer trabajos de alta calidad?
¿Tengo un buen amigo en el trabajo?
¿He hablado con alguien sobre mi progreso en los últimos 6 meses?
 ¿He tenido oportunidades durante este último año para aprender y crecer?

La relación e interacción de un equipo con su jefe y entre pares, determinará los resultados posibles más que las políticas de la compañía y más allá de si es una compañía conservadora o innovadora o incluso de los sueldos. Las empresas las hacen las personas y fueron concebidas con el propósito de satisfacer una necesidad de las personas, las personas son el activo más importante, más diferenciador. Sin negar que hemos tenido grandes avances tecnológicos y organizacionales, actualmente existe una tremenda oportunidad que podemos aprovechar o dejar pasar, que es crear una empresa que aprende a interactuar internamente, y hacia el exterior, que aprende de sus colaboradores, que aprende del entorno y de si misma. En un mundo en constante transformación, de los aprendices será el fututo.


Las compañías que perdurarán son aquellas que tengan la valentía de dejar los antiguos hábitos para incorporar nuevos que les abran posibilidades de futuro, aquellas compañías que tengan la sabiduría de potenciar sus talentos dejando atrás prácticas obsoletas, aquellas compañías que estén dispuestas a dejar atrás lo que aparentemente les servía, aquellas que realmente quieran dejar de fumar y se atrevan a ponerlo en práctica.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

El Efecto Musguito

¿Qué será lo que pasa, que en presencia de la naturaleza, hay un algo que parece diferente?

Estoy pronto a cambiarme de casa junto a mi familia, y pensaba, ¿qué es lo que me llevo?, ¿qué se queda?, ¿qué es lo que extrañaré?... llego a la conclusión que definitivamente, no puedo dejar atrás aquellos seres vivos que me han acompañado en esta etapa, el verde, los musgos que cuido, las plantitas de nuestro living. Algunos cuidarán a sus perros, gatos o mascotas en general, a aquellos que les entregan cariño y protección. Me pregunto, ¿Por qué será que nos sentimos involucrados con ello?

La reflexión me lleva a pensar en cómo nos identificamos con nuestro entorno, somos parte de lo que está pasando alrededor nuestro, parte del mismo fenómeno, convivimos con ello, con nuestro ecosistema. Cuando nuestro ecosistema está vivo, vemos cómo va cambiando junto con nosotros en el tiempo, nos identificamos con lo que pasa alrededor, es una conducta natural, es la vida mirándose y cuidándose a si misma, aceptandose vulnerable. Quizás pasa lo mismo cuando nos sentimos parte de un grupo, de un equipo, de una comunidad, de una familia, nos cuidamos y cuidan de nosotros. ¿Y qué pasará cuando no nos sentimos parte de una familia, grupo, comunidad, etc? posiblemente, sentiremos que vivimos en un mundo hostil, ajeno a nosotros, en donde las otras personas son competidores a los cuales hay que vencer para poder optar a los recursos escasos del mundo y no perecer. Al entendernos como parte de algo más grande, nos sabemos vulnerables y dependientes de otros, que son nuestras redes, nuestro arnés que nos sostiene en caso de caer. El amor y la aceptación de los otros será entonces un refugio que siempre estará a la mano.

Me pregunto, ¿qué pasa cuando alrededor nuestro hay sólo cosas artificiales? ¿nos identificamos?... supongo que si, que nos podemos identificar con un auto, con una casa, con posesiones, con proyectos, con un rol, con cosas que no son naturales, que no están vivas. Esta identificación con lo artificial, nos ha servido para llegar donde estamos, para crear nuevas formas de solucionar necesidades, tecnología y avances, y creo también que comenzamos a desnaturalizarnos con ello, que dejamos de sentirnos parte de la naturaleza, dejamos de cuidar la vida por cuidar algo inerte, que no se desarrolla. Yo creo que esta alienación del ser causa sufrimiento y que en la sociedad actual lo cubrimos con el placer, con un programa de televisión, con alcohol, con farándula, con dinámicas que nos permitan salir de la realidad de la cual no nos sentimos parte.

Creo que lo natural es la colaboración, que tal como cuidamos de la vida en nuestras casas, de las plantas y animales con los cuales nos identificamos, es natural que colaboremos entre seres humanos, que sirvamos al bien común, que estemos al servicio de otros, que nos respetemos. Esto a veces se pierde, y creemos que somos competidores, y nos explicamos que la competencia es natural. Si pudiéramos vernos como parte de lo mismo, seguramente abogaríamos por la dignidad de las personas, buscaríamos el bienestar del otro, quien quiera que sea, ya que al ser parte de lo mismo, me estoy cuidando a mí también.

El riesgo de esta forma individual de vernos es que nos vamos quedando solos, dejamos de vincularnos, de involucrarnos, de colaborar, de identificarnos con otros, de amar a otros y nos alienamos de nuestra propia naturaleza, aparece el ego y el miedo. Veo permanentemente cómo separamos y etiquetamos a las personas como nosotros y ellos, en la política, deportes, socialmente. Personalmente, elijo creer que la vida se trata de todos nosotros, elijo colaborar.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Equipos de Alto Desempeño

La semana pasada tuvo lugar el taller que desarrollamos junto con los coaches Fiona Fraser y José Fernando González "Promoviendo el Alto Desempeño en los Equipos". El propósito del taller era poder hacer consciente a la audiencia que la felicidad, el servicio y los resultados son posibles en las organizaciones.

Tuvimos el honor de contar con equipos de distintas empresas como EFE, Oxiquim y OTB entre otros. La jornada partió a las 9 AM con alrededor de 30 personas en la sala. Luego de algunos ejercicios de centramiento y rompe hielos, nos enfocamos en determinar las variables que los equipos presentes consideraban necesarias para el alto desempeño.


Identificamos tres dimensiones que hacen que un equipo tenga rendimientos sobresalientes, lo primero es la dimensión estructural, que tiene relación con el "Qué". Acá aparecen los roles, los procedimientos, las competencias técnicas, etc. Otra dimensión fundamental, es el "Para qué", que es el propósito compartido por los equipos, la razón de ser. Claramente estas dos dimensiones son fundamentales y normalmente son foco de atención por parte de los equipos y las gerencias, y no son suficientes. La tercera dimensión considerada, y en la que aparecieron mayor cantidad de comentarios fue el "Cómo", que determina las dinámicas, o el comportamiento de los equipos, no determina lo que tenemos que hacer ni para qué lo hacemos, sino que vive en el presente, es el comportamiento mismo, es lo que nos va pasando cuando interactuamos entre personas para el logro de un objetivo.

Concentramos el taller en esta dimensión, en la del comportamiento, y para ello hicimos una dinámica en donde presentamos una experiencia con contenido ético, para que los equipos entraran en conflicto, y como objetivo tenían que consensuar una sola respuesta por equipo. Un coach por mesa, fue midiendo las interacciones entre los participantes. A cada mesa se le entregó, luego del ejercicio, una tarjeta con un número, que representaba la medición del factor de indagaciones versus proposiciones que sostuvieron en la dinámica, o sea, la cantidad de veces que se intento persuadir a los otros de algo, dividido por la cantidad de veces que se hicieron preguntas a otros de cómo piensan. En todos los grupos, hubo muchas más proposiciones que indagaciones, lo cual es común en la manera de comportarse de las personas en los equipos. Este factor, medido en equipos de alto desempeño es cercano a uno, lo que da un equilibrio entre la persuasión y la indagación.

La escucha es fundamental para los equipos, y podríamos definirla como la actitud que me pone disponible para que la palabra de otro me transforme (Escritos Sobre Aprendizaje: Rafael Echeverría). El equilibrio entre indagación y proposición, promueve soluciones más rápidas, ricas en contenido y cuida a todas las personas del equipo, permite que no hayan heridos en las decisiones, que como personas nos sintamos considerados y que el resultado de las interacciones sea superior. En un equipo, la escucha cuida, y el cuidado repara daños anteriores y previene daños futuros (Bernardo Toro), cuando nos escuchamos, nos validamos, nos damos importancia, nos permitimos aparecer.

En el mismo taller, y a través de otra experiencia de aprendizaje, medimos el índice de interacciones positivas versus interacciones negativas, o que cierran posibilidades, que en los equipos de alto desempeño es de tres a uno. Hicimos consciente entre todos la necesidad de ser positivos en los equipos, y las emocionalidades que acompañan a este tipo de conversaciones.

Fuimos indagando en las realidades que hoy viven las personas que participaron del taller. Finalmente, cerramos con la reflexión de lo que nos podemos estar perdiendo con las formas de interactuar actuales, no sólo en el trabajo sino también en la vida.

Creo que fue una jornada de aprendizaje para todos. Los comentarios posteriores, hablan de que son temas que están presentes en todos los equipos, de que se reconocieron en el hacer y vieron otras formas de ser. Agradezco la posibilidad de acompañar a otros como aliado en la generación de valor.

La felicidad, el servicio y los resultados son posibles en los equipos. Podemos ser entretenidos, originales, entusiastas, alegres, querernos y respetarnos, y a la vez ser asertivos, comprometidos, involucrados, rigurosos e impecables en nuestros quehacer en las organizaciones.

Lo que hoy estamos promoviendo, no se enseña en las universidades y no se aprende en los libros. Es la consciencia de nosotros junto a otros, la experiencia en interacción, la reflexión propia y comunitaria y el vivir la emocionalidad conjunta lo que nos permitirá tener a mano nuevas formas de actuar como equipo, lo que abrirá el espacio para que se produzca el aprendizaje continuo, que nos llevará a obtener felicidad, servir a otros y lograr resultados de alto desempeño en las organizaciones.

Agradezco a la consultora OTB, Claudia Raffo y Raúl Pacheco por su compañía y guía en nuestro camino de aprendizaje y servicio.

jueves, 21 de noviembre de 2013

La Fiesta del Jardín

Esta semana tuve la fortuna de participar de la fiesta de fin de año del jardín infantil Marco Polo en donde asiste mi hija Helena. Era la segunda vez que ella se lanza al estrellato, la primera fue este invierno, cuando le tocó bailar Rapa Nui, que no salió del todo bien, ese día estaba lloviendo y tuvieron que hacerlo en una sala muy pequeñita, con muchos padres tipo paparazzi en un lugar muy estrecho, lo cual, creó un ambiente de nerviosismo que me parace que afectó el desempeño de los niños, ya que casi ningún niño bailó...


Bueno, esta vez fue diferente, ya que la fiesta fue en otro espacio, un lugar muy amplio en donde había tarimas y asientos para los padres y un escenario con muchos globos, colores y las mascotas de los mundiales de futbol hechas de cartón. Entregaron algunos premios a los padres, a la mamá más guapa, al papá más guapetón (jeje), al más atrasado, a la familia más comprometida, etc.

Las tías hacían de comentaristas de futbol, los niños representaban a los países cede y todo fue mágico, los niños bailaron muy animadamente, había varios con pánico escénico, pero en general, se notó mucha preparación.

Me impresiona la labor de las tías, la dedicación, el cariño, la originalidad y el amor por lo que hacen. Me parece muy importante su oficio, ya que están facilitando el aprendizaje de los adultos del futuro, pero no de cualquier manera, sino de una forma matristica, desde la emoción de la ternura, la alegría y la compasión, emociones que a veces en el colegio se pierden, quizas, para preparar a los alumnos a entrar en la dinámica de la competencia, que es lo que lamentablemente rige muchas de las formas en las cuales nos relacionamos hoy en día.

Creo que el jardín es una etapa preciosa, y es donde encuentras tus primeros amigos, las primeras aperturas al arte, la música y el baile y los niños aprenden de si mismos junto a otros en el juego.


Helena bailó precioso, con su disfráz de Raffaella Carrà, representó a Italia y su mundial del 90. Lo que más destaco, es que ella quedo feliz, la fueron a ver sus abuelos de ambos lados, sus tíos y primos, y para nosotros, fue el alma de la fiesta, reconocida y querida, se permitió aparecer, ser felicitada, posar para las fotos, todas actitudes que muchas otras veces ha reuído.

Quedo muy agradecido del jardín Marco Polo, de sus colaboradoras, de su directora y de la dueña, que estaba participando actívamente de todos los detalles. Cuando las cosas se hacen con dedicación, amor y oficio, se nota, resulta y se agradece...

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Fundación Portas: La importancia de conversar y aprender


Comparto un artículo escrito por Fundación Portas.

En Fundación Portas se valoran profundamente los espacios de aprendizaje continuo. Cada vez que el equipo profesional ha estado en espacios de capacitación o fortalecimiento del grupo, regresamos al trabajo renovados, reencantados con los sueños que motivan nuestro accionar.


Uno de estos encuentros lo realizamos el 29 de octubre, junto a nuestros coach: Fiona y Juan Pablo, quienes nos adentraron en conversaciones y ejercicios valiosos para entender al equipo y entendernos mejor a nosotros mismos.
 Son pocas las ocasiones en las que nos detenemos a pensar sobre los Estados de Ánimo que se presentan en las organizaciones, ya que pareciera que esto es sólo un fenómeno individual. Sin embargo, en este proceso de capacitación pudimos reconocer el valor de mirar este espacio y darnos cuenta cuál es la radiografía de nuestro ánimo colectivo y aprender estrategias para corregirlo.
Si duda, lo que causa mayor sorpresa en todo nosotros fue la realización de actividades en grupo, resolver problemas y trabajar colectivamente. Pese a saber que somos un equipo eficiente y ordenado en muchos planos, estas actividades nos marcaron profundamente porque logramos ver cosas en nuestro comportamiento colectivo que no habíamos visualizado, como los roles de liderazgo, la improvisación, el desorden ante instrucciones poco específicas, entre otras.
Con mucho sentido del humor pudimos evaluar el proceso y analizar posibles formas de seguir mejorando como personas y como equipo de trabajo. Nuestro agradecimiento a nuestros magníficos coach que lograron mostrarnos una vez más el valor de aprender y mostrarnos que más que dificultades lo que enfrentamos son oportunidades para mejorar.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Educación para Observadores Diferentes

Me asombra cómo somos observadores diferentes, en talleres me toca conversar con muchas personas que ven el mundo desde distintos puntos de vista, y yo diría que hay muchos factores que inciden, por ejemplo, las edades, los temas que viven, el propósito, las experiencia, el tipo de organización que son, de donde vienen, cual es su historia, etc.

Esta semana me tocó hacer una clase junto mi amiga coach, Fiona Fraser sobre "Innovación e Impacto Social" para los alumnos de cuarto año del Taller de Diseño de la PUC  (Laboratorio en Diseño y Fabricación Digital, Innovación en contexto de escasez, guiados por los profesores Andrés Briceño y Tomás Vivanco). Tengo que admitir que quedé asombrado de cómo son observadores diferentes a los que me toca compartir en las empresas. Hice algunas dinámicas que normalmente hago y que espero, tengan ciertos resultados, bueno, esta vez me vi sorprendido de la riqueza y la cantidad de interpretaciones que se pudo rescatar. Desde ahí, aparecieron conversaciones de las cuales aprendimos unos de otros.

Uno de los temas que tocamos fue, cuáles eran los enemigos de la innovación o aquello que identifican de sí mismos que no les permite ser más innovadores de acuerdo a su realidad. Una de las respuestas que se repitió, y que juzgaron como enemigo de la innovación, son las metodologías de enseñanza con las cuales crecieron, vale decir, identifican claramente que la forma en la cual les enseñaron en el colegio y algunos profesores de la universidad, les abre ciertas posibilidades en el sistema actual, pero les cierra posibilidades de pensar diferente, de innovar, de aprender, de crear.

El mundo está cambiando, y como dijo Erick Hoffer "En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo, estarán perfectamente bien equipados para un mundo que ya no existe".

Aprender, es lo que hacemos en último término para hacernos cargo de los desafíos que nos presenta la vida, innovamos, cambiamos, aprendemos y de acuerdo a eso obtenemos diferentes resultados. Si la enseñanza y la educación, no me permite poner en práctica lo aprendido, sino que el fin último de aprender es sacarme una buena nota para poder ser reconocido y contratado en el sistema, para seguir haciendo más de lo mismo que se está haciendo, desde mí punto de vista, nos ponemos en riesgo. Creo peligroso seguir pensando como pensamos, seguir educando como estamos educando a nuestros hijos, creo que muchos colegios están preparando individuos que puedan mantener lo que hoy existe, pero nuestra forma de educar no está creando a los diseñadores del mañana, a los pensadores diferentes, y lo más preocupante es que hasta los alumnos, se dan cuenta que podrían aprender más con otro tipo de educación. Esto no significa que lo que hemos venido haciendo hay que negarlo, por el contrario, creo que necesitamos integrar todos los conocimientos y puntos de vista, ya que el desafío es grande. Y lo que estoy comentando acá, no es nada nuevo, pero hay muchos que no lo quieren ver.

Me gusta mucho la visión sobre la educación de Ken Robinson que pueden ver en este video.


De alguna manera, siento que el coaching se hace cargo de ese dilema, de hacer la reflexión necesaria para que volvamos a aprender a aprender. Personalmente, creo que las organizaciones necesitan, aprender a reconectarse con la necesidad que están solucionando, con el propósito para el cual fueron concebidas, ya que a todos nos impacta el cómo las organizaciones solucionan las necesidades humanas, y eso finalmente, depende de las personas que trabajan en ellas. Nadie les enseñó a los gerentes cómo escuchar activamente, cómo conectarse, cómo fundar juicios, cómo pedir ayuda o ser oferta, ni menos cómo ser instrumento para que aparezca lo mejor de las otras personas que trabajan con ellos, a ser líderes. Creo que mientras más arriba de la jerarquía organizacional, más soledad y más grande la responsabilidad que recae sobre los hombros.

Siempre podremos culpar a otros por lo que pasa, pero eso no crea futuro, pienso que para crear futuro, nos tenemos que hacer cargo de nuestro presente, de cómo somos parte de lo que pasa. Si cambiamos como individuos cambiaremos nuestro entorno, y la suma de pequeñas partes hace al todo. El primer paso, el umbral desde donde parte este viaje es mirarnos y reconocer que necesitamos un cambio.

Después de la clase, quedé agradecido y esperanzado, las nuevas generaciones son observadores muy diferentes, y cuando sepamos escucharlos, podremos poner toda nuestra experiencia, al servicio de lo que viene, de los herederos de lo bueno y malo que estamos dejando.

Exitoso coaching en la Escuela Santa Rosa de Lampa “El poder de las conversaciones”

Quiero compartir un reportaje realizado por la ONG Educación 360º

La clave del éxito personal y espiritual está en la expansión de la propia consciencia sobre sí mismo y la de los demás. Igualmente la capacidad de crear nuevas realidades y diseñar futuros imprevisibles que contemplen la prosperidad colectiva es proporcional a la capacidad de aprender a conversar para ser un buen líder y por ende un buen docente.
 
En este marco de desarrollo personal y profesional, estuvo basada la jornada de coaching ontológico realizada por Educación 360: "El poder de las conversaciones". En ella participaron, el pasado 17 de julio, profesores y directivos de la Escuela rural Santa Rosa de Lampa, entregándoles la valiosa posibilidad de reflexionar en torno a la importancia del lenguaje como método para lograr el empoderamiento como docente y de esa forma llegar de manera más efectiva a sus estudiantes.

Dentro de los objetivos del taller "El poder de las conversaciones" estuvo el de acompañar a los profesores en su proceso de toma de conciencia. Esto, con el fin de que lograran mirarse a sí mismos y reflexionaran sobre cómo están desempeñando su papel de educadores, y de qué manera abren distintas posibilidades, tanto para ellos como para sus alumnos. Cómo generan realidad y qué tipo de realidad.

 Para Claudia Hoyos, Coach Ontológico, periodista del departamento de Comunicaciones Corporativas y RSE de la empresa Enex y relatora invitada de Educación 360 "Este tipo de taller les permite a las personas renovar energías para seguir adelante con mayor fuerza, creyendo más en la entrega que realizan. Sobre todo en este tipo de escuelas, donde no cuentan con todos los recursos necesarios y en los que la motivación y la creatividad se vuelven claves", aseguró la profesional que realizó el taller junto a Juan Pablo González, coach ontológico, ingeniero civil industrial y Subgerente de innovación de la misma empresa.

 Durante la jornada,   los profesores reflexionaron en torno a los enemigos del aprendizaje, los juicios que frecuentemente hacemos y el lenguaje como generador de realidades que muchas veces, al utilizarse de manera poco adecuada, se transforma más en un enemigo del aprendizaje que en el facilitador de este.

 Recepción del equipo docente y directivo


 Claudia Hoyos, además destacó la positiva recepción de parte del equipo docente en torno a estos temas y planteó que: "nos sorprendió cómo los profesores se abrieron a discutir, siendo muy participativos. Se generaron conversaciones entre ellos y se escucharon unos con otros. Además, tuvieron la apertura y el coraje de compartir cosas más bien personales haciendo mucha más rica la conversación y la aplicación de las herramientas".

Por su parte Luis Páez, Jefe de UTP de la Escuela Santa Rosa de Lampa destacó el gran valor del taller, pues les permitió adquirir nuevos conocimientos sobre un tema que desconocían y que considera les será muy útil a lo largo de su profesión.

Paéz aseguró que tanto a él como a los docentes: "les ayudará a repensar su actividad y cuestionar con actitud positiva las relaciones con los demás. Observaremos todo desde ahora en adelante con otros ojos. Podremos ver las cosas desde un punto de vista cada vez más centrado en la necesidad de crecer como personas" manifestó el docente.

Conclusiones del taller "El poder de las conversaciones"


Finalmente dentro de las conclusiones que se sacaron del taller, Claudia Hoyos destaca que "los educadores están abiertos al cambio y a saber más, y que es muy importante que se les escuche y puedan compartir sus problemáticas y desafíos con los compañeros. Que requieren más talleres y herramientas enfocados al desarrollo personal, pues primero son personas antes que profesores".

De la misma forma, Luis Paéz concluye que "ciertamente hubo una opinión mayoritaria: era preciso recibir un apoyo diferente para ver de otro modo las cosas de la vida cotidiana. Un modo más proactivo que permita repensar las prácticas y lograr una evolución real hacia la mejora de los logros académicos de los estudiantes de la Escuela Santa Rosa".

Para Lisette Pitakas, Directora de Educación 360 esta "fue una jornada exitosa, dónde docentes y directivos se involucraron y participaron activamente de las diferentes instancias. Esperamos seguir aportando con otras jornadas acorde a las necesidades y/o requerimientos de los integrantes de la escuela".

 Para que conozcas en mayor profundidad el trabajo que Fundación Educación 360 está realizando en la Escuela Santa Rosa de Lampa, te invitamos a ver el siguiente que video que refleja el espíritu de nuestro trabajo en terreno.

martes, 5 de noviembre de 2013

Enfocarse en lo Positivo

Hay mucha teoría sobre enfocarse en lo positivo, por ejemplo, hace un par de años, estuvo la campaña de gobierno, "piensa positivo", también vemos el mismo consejo en la novela y documental "the secret", y otros tantos autores que se refieren al tema.

¿Podrá haber una explicación que de cuenta del fenómeno? más allá de ejemplos y de resultados, quiero escribir sobre el fenómeno que veo que nos pasa cuando nos enfocamos en aquello que consideramos positivo.

La manera en la cual nos explicamos el mundo, nos hace emocionar de diferentes formas, vale decir, la manera en que enjuiciamos los fenómenos que nos rodean, nos hacen reaccionar de distintas maneras. Por ejemplo, si creo que las arañas son venenosas y hacen daño, y veo una, la emocionalidad que me dará es la del miedo, que es la emoción que nos aparece cuando sentimos que algo está en riesgo, en este caso, la propia integridad física. Si lo que sentimos es miedo, la predisposición corporal será a paralizarme, a defenderme o a escapar, dependiendo de las opciones que tenga a mano. ¿Qué pasaría si enjuiciáramos el fenómeno de una forma diferente? por ejemplo, si la araña nos diera ternura, nos invitaría a cuidarla, o si nos diera rabia, iríamos a castigarla, o si nos diera asombro, querríamos acercarnos para saber más de ella.

Cuando enjuiciamos nuestro medio negativamente, lo que hacemos es defendernos del mismo, lo consideramos hostil, no nos creamos oportunidades, sino que tendemos a apegarnos y conservar lo que consideramos está en riesgo. A su vez, cuando enjuiciamos nuestro medio como un espacio de posibilidades, lo que nos pasa es que nos entusiasmamos, nos alegramos y nos hacemos responsables por nuestro futuro, creamos realidades, tomamos opciones y diseñamos nuestra vida según lo que consideramos mejor para nosotros mismos. Se crea un círculo virtuoso.

Algunas preguntas que a lo mejor nos podrían ayudar a pensar más positivamente son: ¿Qué es lo que está en riesgo? ¿Será que alguien no me está cumpliendo una promesa, o será una queja sobre mis expectativas? ¿Cuáles son las oportunidades posibles que veo acá? ¿Estaré siendo quien "debo ser" o quien "quiero ser"?

Normalmente me toca ver que nos enfocamos en lo negativo, creo que se ha transformado en algo cultural, por ejemplo, cuando el niño llega del colegio con las notas, puede tener muchos sietes, pero nos enfocaremos en aquellas que debe mejorar, lo que causa una frustración en la persona, puede incluso sentir que "no es suficiente", lo cual invita al cuerpo a abandonar lo que se hace y dedicarse a otra cosa. Pasa lo mismo en las empresas, en donde las reuniones se centran en lo que debe ser mejorado, en lo que está mal, en donde no es suficiente, en lo que no está resultando. Si en vez de eso, miráramos aquello positivo, nos permitiéramos celebrarlo y compartirlo, eso nos invita a repetir lo hecho, a buscar nuevas posibilidades, a mejorar...

No nos perdamos en el "deber ser", enfoquémonos en lo bueno que hacemos, compartámos lo bueno de los demás, celebremos, pensemos positivo, así, a lo mejor, el mundo será para nosotros, un lugar bueno, un lugar de confianza y los demás serán parte del mismo fenómeno.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Una Mirada Sobre el Coaching

Varias veces me han preguntado ¿qué es el Coaching?, ¿Cómo es eso que tu haces? muchos amigos, sienten curiosidad por el término, sobretodo por los giros que he ido haciendo desde que comenzó este camino. Para mí, tiene que ver con tantas cosas que me ha sido difícil de explicar, pero en estos párrafos voy a intentar dar una mirada, a ver si se entiende… y no pretende ser una verdad, sino, sólo lo que es para mí.

Antes de salir a algo importante, a reunirnos con otros, a un evento o a una fiesta, seguramente lo que haremos es ducharnos, vestirnos, algunos se peinarán, etc. Todo esto lo hacemos frente a un espejo, ya que no tenemos cómo saber de qué manera estamos apareciendo para el mundo si no es a través de mirarnos como nos miraría otro, lo que aparece en el exterior de nosotros.

Nuestra manera de ser, nuestra personalidad, es algo similar, es como aparecemos en el mundo, en todo momento estamos diciendo quienes somos, nuestra forma de ver, nuestra forma de evaluar lo que pasa, nuestros juicios, opiniones, nuestras "verdades". El coach, es una persona que te acompaña, es el espejo en el cual te miras, en el cual te haces más consciente, el coach más que consejos o interpretaciones, hace preguntas, indaga en lo que pasa para que te reveles ante ti mismo, te acompaña a que te mires y a que puedas tener a mano y aprender, otras posibilidades de Ser que pudieran servirte para lograr lo que estás queriendo lograr. El coach, también acompaña a través del trabajo corporal y emocional, ya que nuestro cuerpo ha aprendido a actuar de ciertas maneras y también conocemos ciertas emociones y otras no tanto.

Creo que todos llevamos un fuego dentro que quiere aparecer, creo que a todos nos va a llegar el momento en que necesitaremos encontrar un sentido, un propósito que le de coherencia a nuestra vida, dejar de lado el automático y hacernos responsables de nuestro devenir. Yo quiero dedicar mi vida a eso, a servir a otros para que puedan mirarse y encontrarse. Hay mucho en juego, nuestra vida está en juego, lo que hacemos de nuestra vida, y en ella, no estamos solos, nos relacionamos con otros y otras, afectamos nuestro medio.

El coaching siempre ocurre en el individuo, tiene que ver con lo que nos pasa, y nuestra manera de ser, contagia y resuena con quienes nos relacionamos, lo cual hace que el impacto de un transformación personal sea potencialmente mayor, especialmente si el coaching ocurre en un equipo. Los equipos tienen formas de ser que los caracteriza, y eso, también se trabaja. Y los equipos se articulan en organizaciones, las organizaciones en sistemas sociales, los sistemas sociales en comunidades, culturas, países, humanidad… ¿será ésta, una forma de cambiar un pedacito de mundo?

La otra vez una persona a la cual le estaba haciendo coaching me preguntaba "¿por qué haces esto? ¿qué hay para ti en esto?" mi respuesta fue que no tenía que ver conmigo, ni siquiera tenía que ver sólo con ella, tenía que ver con todos, con todas las personas con las cuales ella interactuaba, con todos aquellos con quienes nos topamos, resonamos con otros, no somos inocentes de nuestras interacciones, nos afectamos unos a otros, y cuando andamos bien, cuando entendemos que somos parte de algo maravilloso, improbable, inexplicable, esas interacciones, las hacemos desde el amor, desde el respeto, desde la compasión.

En resumen, podría decir que se trata de ponerse al servicio para que otros aprendan a aprender, aprendan a mirarse, aprendan a lograr sus propósitos, puedan lograr objetivos como equipo, como organización, que sirvan a otros, se miren al espejo que son los otros y amen lo que ven...

martes, 22 de octubre de 2013

Mi Manera de Andar en Moto en Santiago

¿Sabes cómo es andar en moto en Santiago?... yo llevo ya un poco más de tres años y ha sido una experiencia bastante buena hasta el momento. Te comparto algunas reflexiones sobre ello...

Tengo una motito chiquita, negra de 125 cm cúbicos, una Sach Madass, la encuentro súper taquilla, ni siquiera tiene estanque, sino que el combustible lo lleva en el chasis, y si bien tiene el tamaño de una bicicleta, tiene las ruedas más grandes, lo cual permite una mayor estabilidad.

Solía trabajar en ciudad empresarial, en Huechuraba, y la diferencia de tiempo de traslado entre el auto y la moto era, en un día normal, de 40 minutos, en horario de alto tráfico.

Cada vez que paso por el lado de un auto, especialmente si es de lujo pienso en las elecciones que he tomado y en lo afortunado que soy, en la libertad que tengo arriba de mi moto y todo el tiempo que dispongo en vez de esperar en un taco, no necesito identificarme con mi auto, para mí, es sólo un medio de transporte, una manera de llegar de un lado a otro.

Estaciono en cualquier parte, no pago estacionamiento, gasto alrededor de mil pesos a la semana en combustible, el permiso de circulación es un chiste, no me importa mucho si la bencina sube o baja, las mantenciones me cuestan alrededor de 20 lucas y mi vehículo me costó menos de un palo... y si lo vendo vale casi lo mismo...

¿Cuáles son los contra?... ufff... tenemos una sola vida y esta la ponemos en riesgo arriba de una moto, sobretodo a medida que he ido tomando confianza, el riesgo se ha hecho más presente, hay peligro en chocar con otras motos cuando decido adelantar por el medio, taxis que paran en cualquier parte, animales en la ruta, especialmente perros que se cruzan o están ahí atropellados, hoyos en la calle, bicicletas, personas y autos que no te ven, conductores imprudentes que te tiran el auto encima, pero el enemigo número uno del motociclista es el celular, el compadre que chatea en el auto y sin querer hace alguna maniobra inesperada, por eso aconsejo además de estar pendiente del manejo, mirar siempre si el flaco del auto de al lado o adelante está con su celular, y si es así... aléjate de él!!