miércoles, 27 de noviembre de 2013

Equipos de Alto Desempeño

La semana pasada tuvo lugar el taller que desarrollamos junto con los coaches Fiona Fraser y José Fernando González "Promoviendo el Alto Desempeño en los Equipos". El propósito del taller era poder hacer consciente a la audiencia que la felicidad, el servicio y los resultados son posibles en las organizaciones.

Tuvimos el honor de contar con equipos de distintas empresas como EFE, Oxiquim y OTB entre otros. La jornada partió a las 9 AM con alrededor de 30 personas en la sala. Luego de algunos ejercicios de centramiento y rompe hielos, nos enfocamos en determinar las variables que los equipos presentes consideraban necesarias para el alto desempeño.


Identificamos tres dimensiones que hacen que un equipo tenga rendimientos sobresalientes, lo primero es la dimensión estructural, que tiene relación con el "Qué". Acá aparecen los roles, los procedimientos, las competencias técnicas, etc. Otra dimensión fundamental, es el "Para qué", que es el propósito compartido por los equipos, la razón de ser. Claramente estas dos dimensiones son fundamentales y normalmente son foco de atención por parte de los equipos y las gerencias, y no son suficientes. La tercera dimensión considerada, y en la que aparecieron mayor cantidad de comentarios fue el "Cómo", que determina las dinámicas, o el comportamiento de los equipos, no determina lo que tenemos que hacer ni para qué lo hacemos, sino que vive en el presente, es el comportamiento mismo, es lo que nos va pasando cuando interactuamos entre personas para el logro de un objetivo.

Concentramos el taller en esta dimensión, en la del comportamiento, y para ello hicimos una dinámica en donde presentamos una experiencia con contenido ético, para que los equipos entraran en conflicto, y como objetivo tenían que consensuar una sola respuesta por equipo. Un coach por mesa, fue midiendo las interacciones entre los participantes. A cada mesa se le entregó, luego del ejercicio, una tarjeta con un número, que representaba la medición del factor de indagaciones versus proposiciones que sostuvieron en la dinámica, o sea, la cantidad de veces que se intento persuadir a los otros de algo, dividido por la cantidad de veces que se hicieron preguntas a otros de cómo piensan. En todos los grupos, hubo muchas más proposiciones que indagaciones, lo cual es común en la manera de comportarse de las personas en los equipos. Este factor, medido en equipos de alto desempeño es cercano a uno, lo que da un equilibrio entre la persuasión y la indagación.

La escucha es fundamental para los equipos, y podríamos definirla como la actitud que me pone disponible para que la palabra de otro me transforme (Escritos Sobre Aprendizaje: Rafael Echeverría). El equilibrio entre indagación y proposición, promueve soluciones más rápidas, ricas en contenido y cuida a todas las personas del equipo, permite que no hayan heridos en las decisiones, que como personas nos sintamos considerados y que el resultado de las interacciones sea superior. En un equipo, la escucha cuida, y el cuidado repara daños anteriores y previene daños futuros (Bernardo Toro), cuando nos escuchamos, nos validamos, nos damos importancia, nos permitimos aparecer.

En el mismo taller, y a través de otra experiencia de aprendizaje, medimos el índice de interacciones positivas versus interacciones negativas, o que cierran posibilidades, que en los equipos de alto desempeño es de tres a uno. Hicimos consciente entre todos la necesidad de ser positivos en los equipos, y las emocionalidades que acompañan a este tipo de conversaciones.

Fuimos indagando en las realidades que hoy viven las personas que participaron del taller. Finalmente, cerramos con la reflexión de lo que nos podemos estar perdiendo con las formas de interactuar actuales, no sólo en el trabajo sino también en la vida.

Creo que fue una jornada de aprendizaje para todos. Los comentarios posteriores, hablan de que son temas que están presentes en todos los equipos, de que se reconocieron en el hacer y vieron otras formas de ser. Agradezco la posibilidad de acompañar a otros como aliado en la generación de valor.

La felicidad, el servicio y los resultados son posibles en los equipos. Podemos ser entretenidos, originales, entusiastas, alegres, querernos y respetarnos, y a la vez ser asertivos, comprometidos, involucrados, rigurosos e impecables en nuestros quehacer en las organizaciones.

Lo que hoy estamos promoviendo, no se enseña en las universidades y no se aprende en los libros. Es la consciencia de nosotros junto a otros, la experiencia en interacción, la reflexión propia y comunitaria y el vivir la emocionalidad conjunta lo que nos permitirá tener a mano nuevas formas de actuar como equipo, lo que abrirá el espacio para que se produzca el aprendizaje continuo, que nos llevará a obtener felicidad, servir a otros y lograr resultados de alto desempeño en las organizaciones.

Agradezco a la consultora OTB, Claudia Raffo y Raúl Pacheco por su compañía y guía en nuestro camino de aprendizaje y servicio.

jueves, 21 de noviembre de 2013

La Fiesta del Jardín

Esta semana tuve la fortuna de participar de la fiesta de fin de año del jardín infantil Marco Polo en donde asiste mi hija Helena. Era la segunda vez que ella se lanza al estrellato, la primera fue este invierno, cuando le tocó bailar Rapa Nui, que no salió del todo bien, ese día estaba lloviendo y tuvieron que hacerlo en una sala muy pequeñita, con muchos padres tipo paparazzi en un lugar muy estrecho, lo cual, creó un ambiente de nerviosismo que me parace que afectó el desempeño de los niños, ya que casi ningún niño bailó...


Bueno, esta vez fue diferente, ya que la fiesta fue en otro espacio, un lugar muy amplio en donde había tarimas y asientos para los padres y un escenario con muchos globos, colores y las mascotas de los mundiales de futbol hechas de cartón. Entregaron algunos premios a los padres, a la mamá más guapa, al papá más guapetón (jeje), al más atrasado, a la familia más comprometida, etc.

Las tías hacían de comentaristas de futbol, los niños representaban a los países cede y todo fue mágico, los niños bailaron muy animadamente, había varios con pánico escénico, pero en general, se notó mucha preparación.

Me impresiona la labor de las tías, la dedicación, el cariño, la originalidad y el amor por lo que hacen. Me parece muy importante su oficio, ya que están facilitando el aprendizaje de los adultos del futuro, pero no de cualquier manera, sino de una forma matristica, desde la emoción de la ternura, la alegría y la compasión, emociones que a veces en el colegio se pierden, quizas, para preparar a los alumnos a entrar en la dinámica de la competencia, que es lo que lamentablemente rige muchas de las formas en las cuales nos relacionamos hoy en día.

Creo que el jardín es una etapa preciosa, y es donde encuentras tus primeros amigos, las primeras aperturas al arte, la música y el baile y los niños aprenden de si mismos junto a otros en el juego.


Helena bailó precioso, con su disfráz de Raffaella Carrà, representó a Italia y su mundial del 90. Lo que más destaco, es que ella quedo feliz, la fueron a ver sus abuelos de ambos lados, sus tíos y primos, y para nosotros, fue el alma de la fiesta, reconocida y querida, se permitió aparecer, ser felicitada, posar para las fotos, todas actitudes que muchas otras veces ha reuído.

Quedo muy agradecido del jardín Marco Polo, de sus colaboradoras, de su directora y de la dueña, que estaba participando actívamente de todos los detalles. Cuando las cosas se hacen con dedicación, amor y oficio, se nota, resulta y se agradece...

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Fundación Portas: La importancia de conversar y aprender


Comparto un artículo escrito por Fundación Portas.

En Fundación Portas se valoran profundamente los espacios de aprendizaje continuo. Cada vez que el equipo profesional ha estado en espacios de capacitación o fortalecimiento del grupo, regresamos al trabajo renovados, reencantados con los sueños que motivan nuestro accionar.


Uno de estos encuentros lo realizamos el 29 de octubre, junto a nuestros coach: Fiona y Juan Pablo, quienes nos adentraron en conversaciones y ejercicios valiosos para entender al equipo y entendernos mejor a nosotros mismos.
 Son pocas las ocasiones en las que nos detenemos a pensar sobre los Estados de Ánimo que se presentan en las organizaciones, ya que pareciera que esto es sólo un fenómeno individual. Sin embargo, en este proceso de capacitación pudimos reconocer el valor de mirar este espacio y darnos cuenta cuál es la radiografía de nuestro ánimo colectivo y aprender estrategias para corregirlo.
Si duda, lo que causa mayor sorpresa en todo nosotros fue la realización de actividades en grupo, resolver problemas y trabajar colectivamente. Pese a saber que somos un equipo eficiente y ordenado en muchos planos, estas actividades nos marcaron profundamente porque logramos ver cosas en nuestro comportamiento colectivo que no habíamos visualizado, como los roles de liderazgo, la improvisación, el desorden ante instrucciones poco específicas, entre otras.
Con mucho sentido del humor pudimos evaluar el proceso y analizar posibles formas de seguir mejorando como personas y como equipo de trabajo. Nuestro agradecimiento a nuestros magníficos coach que lograron mostrarnos una vez más el valor de aprender y mostrarnos que más que dificultades lo que enfrentamos son oportunidades para mejorar.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Educación para Observadores Diferentes

Me asombra cómo somos observadores diferentes, en talleres me toca conversar con muchas personas que ven el mundo desde distintos puntos de vista, y yo diría que hay muchos factores que inciden, por ejemplo, las edades, los temas que viven, el propósito, las experiencia, el tipo de organización que son, de donde vienen, cual es su historia, etc.

Esta semana me tocó hacer una clase junto mi amiga coach, Fiona Fraser sobre "Innovación e Impacto Social" para los alumnos de cuarto año del Taller de Diseño de la PUC  (Laboratorio en Diseño y Fabricación Digital, Innovación en contexto de escasez, guiados por los profesores Andrés Briceño y Tomás Vivanco). Tengo que admitir que quedé asombrado de cómo son observadores diferentes a los que me toca compartir en las empresas. Hice algunas dinámicas que normalmente hago y que espero, tengan ciertos resultados, bueno, esta vez me vi sorprendido de la riqueza y la cantidad de interpretaciones que se pudo rescatar. Desde ahí, aparecieron conversaciones de las cuales aprendimos unos de otros.

Uno de los temas que tocamos fue, cuáles eran los enemigos de la innovación o aquello que identifican de sí mismos que no les permite ser más innovadores de acuerdo a su realidad. Una de las respuestas que se repitió, y que juzgaron como enemigo de la innovación, son las metodologías de enseñanza con las cuales crecieron, vale decir, identifican claramente que la forma en la cual les enseñaron en el colegio y algunos profesores de la universidad, les abre ciertas posibilidades en el sistema actual, pero les cierra posibilidades de pensar diferente, de innovar, de aprender, de crear.

El mundo está cambiando, y como dijo Erick Hoffer "En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo, estarán perfectamente bien equipados para un mundo que ya no existe".

Aprender, es lo que hacemos en último término para hacernos cargo de los desafíos que nos presenta la vida, innovamos, cambiamos, aprendemos y de acuerdo a eso obtenemos diferentes resultados. Si la enseñanza y la educación, no me permite poner en práctica lo aprendido, sino que el fin último de aprender es sacarme una buena nota para poder ser reconocido y contratado en el sistema, para seguir haciendo más de lo mismo que se está haciendo, desde mí punto de vista, nos ponemos en riesgo. Creo peligroso seguir pensando como pensamos, seguir educando como estamos educando a nuestros hijos, creo que muchos colegios están preparando individuos que puedan mantener lo que hoy existe, pero nuestra forma de educar no está creando a los diseñadores del mañana, a los pensadores diferentes, y lo más preocupante es que hasta los alumnos, se dan cuenta que podrían aprender más con otro tipo de educación. Esto no significa que lo que hemos venido haciendo hay que negarlo, por el contrario, creo que necesitamos integrar todos los conocimientos y puntos de vista, ya que el desafío es grande. Y lo que estoy comentando acá, no es nada nuevo, pero hay muchos que no lo quieren ver.

Me gusta mucho la visión sobre la educación de Ken Robinson que pueden ver en este video.


De alguna manera, siento que el coaching se hace cargo de ese dilema, de hacer la reflexión necesaria para que volvamos a aprender a aprender. Personalmente, creo que las organizaciones necesitan, aprender a reconectarse con la necesidad que están solucionando, con el propósito para el cual fueron concebidas, ya que a todos nos impacta el cómo las organizaciones solucionan las necesidades humanas, y eso finalmente, depende de las personas que trabajan en ellas. Nadie les enseñó a los gerentes cómo escuchar activamente, cómo conectarse, cómo fundar juicios, cómo pedir ayuda o ser oferta, ni menos cómo ser instrumento para que aparezca lo mejor de las otras personas que trabajan con ellos, a ser líderes. Creo que mientras más arriba de la jerarquía organizacional, más soledad y más grande la responsabilidad que recae sobre los hombros.

Siempre podremos culpar a otros por lo que pasa, pero eso no crea futuro, pienso que para crear futuro, nos tenemos que hacer cargo de nuestro presente, de cómo somos parte de lo que pasa. Si cambiamos como individuos cambiaremos nuestro entorno, y la suma de pequeñas partes hace al todo. El primer paso, el umbral desde donde parte este viaje es mirarnos y reconocer que necesitamos un cambio.

Después de la clase, quedé agradecido y esperanzado, las nuevas generaciones son observadores muy diferentes, y cuando sepamos escucharlos, podremos poner toda nuestra experiencia, al servicio de lo que viene, de los herederos de lo bueno y malo que estamos dejando.

Exitoso coaching en la Escuela Santa Rosa de Lampa “El poder de las conversaciones”

Quiero compartir un reportaje realizado por la ONG Educación 360º

La clave del éxito personal y espiritual está en la expansión de la propia consciencia sobre sí mismo y la de los demás. Igualmente la capacidad de crear nuevas realidades y diseñar futuros imprevisibles que contemplen la prosperidad colectiva es proporcional a la capacidad de aprender a conversar para ser un buen líder y por ende un buen docente.
 
En este marco de desarrollo personal y profesional, estuvo basada la jornada de coaching ontológico realizada por Educación 360: "El poder de las conversaciones". En ella participaron, el pasado 17 de julio, profesores y directivos de la Escuela rural Santa Rosa de Lampa, entregándoles la valiosa posibilidad de reflexionar en torno a la importancia del lenguaje como método para lograr el empoderamiento como docente y de esa forma llegar de manera más efectiva a sus estudiantes.

Dentro de los objetivos del taller "El poder de las conversaciones" estuvo el de acompañar a los profesores en su proceso de toma de conciencia. Esto, con el fin de que lograran mirarse a sí mismos y reflexionaran sobre cómo están desempeñando su papel de educadores, y de qué manera abren distintas posibilidades, tanto para ellos como para sus alumnos. Cómo generan realidad y qué tipo de realidad.

 Para Claudia Hoyos, Coach Ontológico, periodista del departamento de Comunicaciones Corporativas y RSE de la empresa Enex y relatora invitada de Educación 360 "Este tipo de taller les permite a las personas renovar energías para seguir adelante con mayor fuerza, creyendo más en la entrega que realizan. Sobre todo en este tipo de escuelas, donde no cuentan con todos los recursos necesarios y en los que la motivación y la creatividad se vuelven claves", aseguró la profesional que realizó el taller junto a Juan Pablo González, coach ontológico, ingeniero civil industrial y Subgerente de innovación de la misma empresa.

 Durante la jornada,   los profesores reflexionaron en torno a los enemigos del aprendizaje, los juicios que frecuentemente hacemos y el lenguaje como generador de realidades que muchas veces, al utilizarse de manera poco adecuada, se transforma más en un enemigo del aprendizaje que en el facilitador de este.

 Recepción del equipo docente y directivo


 Claudia Hoyos, además destacó la positiva recepción de parte del equipo docente en torno a estos temas y planteó que: "nos sorprendió cómo los profesores se abrieron a discutir, siendo muy participativos. Se generaron conversaciones entre ellos y se escucharon unos con otros. Además, tuvieron la apertura y el coraje de compartir cosas más bien personales haciendo mucha más rica la conversación y la aplicación de las herramientas".

Por su parte Luis Páez, Jefe de UTP de la Escuela Santa Rosa de Lampa destacó el gran valor del taller, pues les permitió adquirir nuevos conocimientos sobre un tema que desconocían y que considera les será muy útil a lo largo de su profesión.

Paéz aseguró que tanto a él como a los docentes: "les ayudará a repensar su actividad y cuestionar con actitud positiva las relaciones con los demás. Observaremos todo desde ahora en adelante con otros ojos. Podremos ver las cosas desde un punto de vista cada vez más centrado en la necesidad de crecer como personas" manifestó el docente.

Conclusiones del taller "El poder de las conversaciones"


Finalmente dentro de las conclusiones que se sacaron del taller, Claudia Hoyos destaca que "los educadores están abiertos al cambio y a saber más, y que es muy importante que se les escuche y puedan compartir sus problemáticas y desafíos con los compañeros. Que requieren más talleres y herramientas enfocados al desarrollo personal, pues primero son personas antes que profesores".

De la misma forma, Luis Paéz concluye que "ciertamente hubo una opinión mayoritaria: era preciso recibir un apoyo diferente para ver de otro modo las cosas de la vida cotidiana. Un modo más proactivo que permita repensar las prácticas y lograr una evolución real hacia la mejora de los logros académicos de los estudiantes de la Escuela Santa Rosa".

Para Lisette Pitakas, Directora de Educación 360 esta "fue una jornada exitosa, dónde docentes y directivos se involucraron y participaron activamente de las diferentes instancias. Esperamos seguir aportando con otras jornadas acorde a las necesidades y/o requerimientos de los integrantes de la escuela".

 Para que conozcas en mayor profundidad el trabajo que Fundación Educación 360 está realizando en la Escuela Santa Rosa de Lampa, te invitamos a ver el siguiente que video que refleja el espíritu de nuestro trabajo en terreno.

martes, 5 de noviembre de 2013

Enfocarse en lo Positivo

Hay mucha teoría sobre enfocarse en lo positivo, por ejemplo, hace un par de años, estuvo la campaña de gobierno, "piensa positivo", también vemos el mismo consejo en la novela y documental "the secret", y otros tantos autores que se refieren al tema.

¿Podrá haber una explicación que de cuenta del fenómeno? más allá de ejemplos y de resultados, quiero escribir sobre el fenómeno que veo que nos pasa cuando nos enfocamos en aquello que consideramos positivo.

La manera en la cual nos explicamos el mundo, nos hace emocionar de diferentes formas, vale decir, la manera en que enjuiciamos los fenómenos que nos rodean, nos hacen reaccionar de distintas maneras. Por ejemplo, si creo que las arañas son venenosas y hacen daño, y veo una, la emocionalidad que me dará es la del miedo, que es la emoción que nos aparece cuando sentimos que algo está en riesgo, en este caso, la propia integridad física. Si lo que sentimos es miedo, la predisposición corporal será a paralizarme, a defenderme o a escapar, dependiendo de las opciones que tenga a mano. ¿Qué pasaría si enjuiciáramos el fenómeno de una forma diferente? por ejemplo, si la araña nos diera ternura, nos invitaría a cuidarla, o si nos diera rabia, iríamos a castigarla, o si nos diera asombro, querríamos acercarnos para saber más de ella.

Cuando enjuiciamos nuestro medio negativamente, lo que hacemos es defendernos del mismo, lo consideramos hostil, no nos creamos oportunidades, sino que tendemos a apegarnos y conservar lo que consideramos está en riesgo. A su vez, cuando enjuiciamos nuestro medio como un espacio de posibilidades, lo que nos pasa es que nos entusiasmamos, nos alegramos y nos hacemos responsables por nuestro futuro, creamos realidades, tomamos opciones y diseñamos nuestra vida según lo que consideramos mejor para nosotros mismos. Se crea un círculo virtuoso.

Algunas preguntas que a lo mejor nos podrían ayudar a pensar más positivamente son: ¿Qué es lo que está en riesgo? ¿Será que alguien no me está cumpliendo una promesa, o será una queja sobre mis expectativas? ¿Cuáles son las oportunidades posibles que veo acá? ¿Estaré siendo quien "debo ser" o quien "quiero ser"?

Normalmente me toca ver que nos enfocamos en lo negativo, creo que se ha transformado en algo cultural, por ejemplo, cuando el niño llega del colegio con las notas, puede tener muchos sietes, pero nos enfocaremos en aquellas que debe mejorar, lo que causa una frustración en la persona, puede incluso sentir que "no es suficiente", lo cual invita al cuerpo a abandonar lo que se hace y dedicarse a otra cosa. Pasa lo mismo en las empresas, en donde las reuniones se centran en lo que debe ser mejorado, en lo que está mal, en donde no es suficiente, en lo que no está resultando. Si en vez de eso, miráramos aquello positivo, nos permitiéramos celebrarlo y compartirlo, eso nos invita a repetir lo hecho, a buscar nuevas posibilidades, a mejorar...

No nos perdamos en el "deber ser", enfoquémonos en lo bueno que hacemos, compartámos lo bueno de los demás, celebremos, pensemos positivo, así, a lo mejor, el mundo será para nosotros, un lugar bueno, un lugar de confianza y los demás serán parte del mismo fenómeno.