viernes, 12 de diciembre de 2014

Una Cuestión de Foco

¿Qué tan importantes son las personas en los resultados de tu organización o equipo de trabajo? 
La respuesta a esta pregunta, normalmente es que las personas son, o muy importantes o son lo más importante en una organización, al final, las organizaciones están hechas por y para las personas. Si profundizamos un poco más en como hacer para obtener buenos resultados, podemos preguntar, ¿Qué tan importante son los lideres para que las personas de un equipo de trabajo produzcan resultados? La respuesta común es fundamental 
 
Ahora bien, si preguntamos, ¿Cuánto te has capacitado, o cuánto has promovido capacitaciones en temas de liderazgo y personas? Normalmente, la respuesta es poco o nada… ¿Qué hará que no pongamos foco en algo que es tan importante? 

Mucho se ha escrito sobre el liderazgo, sobre líderes extraordinarios como Steve Jobs o Nelson Mandela. Estamos acostumbrados a buscar externamente. Comenzamos a imitar actitudes que supuestamente nos llevarán a obtener mejores resultados en nuestras organizaciones, pero muchas veces, la promesa no llega a materializarse y nos encontramos siendo una persona que no va con nuestra forma de ver el mundo. Buscamos afuera lo que necesitamos buscar dentro de nosotros mismos.

Todos sabemos que las personas contentas y motivadas producen mejores resultados en el trabajo, se relacionan mejor y causan un bienestar a su alrededor. ¿Cómo lograr esto? Lo primero es saber donde estoy parado, cuál es el dolor o lo que quiero mejorar.

Si seguimos la lógica del punto anterior, podemos hacer algunas preguntas que nos puedan abrir posibilidades desde dentro de nuestra organización, entendiendo nuestra realidad e implementando herramientas que nos sirvan para el sistema en el cual estamos inmersos. De esta forma, es mucho más probable que estas herramientas se transformen en hábitos que nos permitan relacionarnos de formas diferentes. Exploremos un poco a través de preguntas:

¿Cómo están hoy las personas en mi equipo u organización?

A lo mejor no lo sabemos, y el hecho de simplemente hacerse esta pregunta, hace que le pongamos foco a la condición actual, nos permite escuchar y mirar algo que no estaba dentro de nuestro radar. Claro que el sueldo es un tema importante, pero acá estamos hablando también de otros conceptos, tales como estados anímicos, relación vida trabajo, involucramiento con la visión, comprensión de la estrategia de la organización, sentimiento de pertenencia, etc.

Si es que no lo se, ¿Cómo puedo averiguar la condición actual?

Una forma es preguntar para escuchar, podemos preguntar directamente o hacerlo por medio de una encuesta simple y anónima y así evitar exponer a las personas. Lo que no se pregunta y no se conversa, se mantiene en la mente de las personas, y el riesgo es que nos quedemos con interpretaciones que no nos sirven del mundo exterior.

¿Cuál es la condición deseada?

Piense en qué es aquello lo motiva a usted a levantarse todas las mañanas, nuevamente, intente dejar de lado el tema económico, si le cuesta, piense en las necesidades que llena con lo económico. Todos tenemos necesidades similares que satisfacemos en formas diferentes.  Por ejemplo:

  • Todos necesitamos la estabilidad suficiente como para entender que controlamos algo de nuestro futuro 
  •  Necesitamos desafíos que nos permitan asombrarnos y desarrollar nuestras competencias 
  •  Necesitamos ser validados para sentir somos suficiente y que el mundo no es un lugar hostil 
  •  Necesitamos familia o amistades a quienes querer, que nos recuerden que no estamos solos y nos hagan sentir queridos 
  •  Necesitamos relacionarnos sanamente con otros y escuchar otras visiones para aprender y disfrutar 
  •  Necesitamos crecimiento como seres biológicos que somos y un desarrollo que nos permita creer que avanzamos hacia la persona que queremos llegar a ser 
  •  Necesitamos contribuir a algo más allá de nosotros mismos que nos haga sentido y nos haga sentir orgullosos de donde elegimos poner nuestra energía y nuestro talento
Ninguna de estas necesidades se cubren solamente con la transacción económica. Estamos tan acostumbrados mirar fuera nuestro, que creemos que a través de la recompensa obtendremos aquello que nos falta, cuando hay mucho más que eso. Todos quienes tienen más de lo que pueden gastar, siguen teniendo vacíos que llenar, y a la vez, aquellas personas que se sienten plenas y sin necesidades, normalmente no poseen grandes riquezas.

¿Cómo cerrar esta brecha?

Acá serán útiles las herramientas que nos permitan entregar aquello que falta, tales como reconocimientos, evaluaciones, confiabilidad, sentido de pertenencia, comunicación estratégica, objetivos y metas, discursos épicos, espacios de creatividad y muchas otras herramientas organizacionales que pueden hacerse cargo de lo que está pasando en un sistema humano.

¿Cuál será la adecuada?

La que cierra la brecha de su diagnóstico. No se trata de implementar cosas que no nos sirvan, eso traería más caga de trabajo y eventualmente, una falta de sentido en el día a día. Se trata de consciencia, de entender quienes somos y qué necesitamos, y desde ahí, ver qué está disponible para implementar.

Al implementar, los primeros intentos, pueden parecer infructuosos, puede ser que nuestras expectativas del cambio superen los resultados. ¿Cuánto tiempo toma el cambio? El necesario para lograr el estándar deseado, pero con un proceso adecuado, me atrevo a decir que se pueden ver cambios en las personas y en una organización en seis meses y a veces menos.

Trabajar con un equipo de alto rendimiento, motivado, capaz de innovar, que se cuida y se desafía continuamente, que es capaz de crear nuevas realidades y opciones para mejorar las cosas, que actúa en confianza y en quienes se puede delegar tranquilamente es a lo que se puede llegar cuando ponemos el suficiente foco en las personas. Al final, las personas somos como somos porque aprendimos a ser de esa forma, y tal como aprendimos, podemos aprender otras formas de ser.

¿Cómo hacerlo?

El primer paso, es dejar de lado la queja, dejar de culpar a factores externos que nos dejan impotentes de cambiar realidades. Cualquier cambio que suceda, va a pasar porque tomamos acción, y esto nos convierte en protagonistas de nuestras propias vidas. Si queremos un cambio en la organización, hay que comenzar trabajar en el más alto nivel organizacional, desde ahí se producirá la diferencia. Los líderes son fundamentales en los resultados de los equipos.

Si lo vemos como un diagrama de flujos, no son sólo las cajitas, sino las flechas que unen las mismas, las que nos permitirán o no lograr los resultados que buscamos. Lo que se busca es una meta competencia, que es la de aprender a aprender. Todo se puede copiar, desde un diseño, una fórmula o una tecnología, lo único que no se puede copiar, es la capacidad que tengan las personas dentro de una organización de aprender continuamente aquello que les permite diferenciarse y crear nuevas realidades.

La recomendación, es coaching organizacional, que actúa a nivel del individuo, de los equipos y de la organización. A través de herramientas de diagnóstico, evaluaciones y entrevistas, se obtiene una coherencia organizacional, que es básicamente cómo las personas que componen la organización miran el mundo, y desde ahí, cómo coordinan acciones para llegar a los resultados.

¿Cuál será un resultado satisfactorio?

Uno en el cual exista una continua creación de valor en donde gane la organización, ganen las personas que la componen y gane la sociedad en la cual está inmersa. Satisfacer las necesidades de estos tres grupos de interés, cuidando el único medio ambiente que tenemos, es la forma de hacer que una organización sea sostenible en el tiempo y sobresalga, y para lograr esto, lo primero será la elección de donde poner el foco.