miércoles, 2 de diciembre de 2015

Estándares y equipos de trabajo

Hace un par de semanas, en una sesión de consultoría con un empresario, conversabamos sobre sus equipos de trabajo y sobre la rabia que le daba que no estuvieran comprometidos, siendo que él les pagaba a tiempo y mejor que el mercado. Yo le pregunté, ¿Qué crees tú? ¿Por qué será? Me dio varias explicaciones, tales como: porque son flojos, porque no estudiaron, porque ven mucha televisión, etc. Ninguna de estas explicaciones tenían que ver con lo que él podía cambiar, por lo tanto, todas ellas lo dejaban con la sensación de impotencia que se podía evidenciar en su postura y en su forma de referirse a lo que ocurría.

Los seres humanos no tenemos la posibilidad de ver el mundo tal como es, sólo podemos ver el mundo tal como somos en el momento que lo vemos. No vemos con los ojos, sino que interpretamos con el cerebro a través de comparaciones de modelos mentales aprendidos en la experiencia de la vida.

Para que el empresario de la historia pudiera ver esto que comento, le pregunté: ¿Cómo aprendiste tú a ser humano? esta pregunta tan extraña, pero al mismo tiempo tan básica, lo descolocó. Cuando entendió que le estaba preguntando en serio, se puso a pensar y me dijo: Con mi familia, con mis padres, en mi colegio y universidad, con mis abuelos, etc. Luego le hice otra pregunta: ¿Qué aprendiste de ellos? me habló del valor del compromiso, de la disciplina, de las ganas de superarse, de como se hacen las cosas bien hechas. Le dije ok, entonces fijemos ese como tu estándar. Luego le pregunté: ¿Cómo aprendieron las personas que trabajan en tu empresa a ser humanos? a lo que respondió que de la misma forma, ¿Y qué aprendieron? algo totalmente distinto.

Todos los seres humanos vemos un mundo diferente, desde un lugar diferente con aprendizajes diferentes y propósitos distintos por lo que tenemos estándares diferentes para ver el mundo. Tenemos diferentes opiniones sobre lo que el mundo y los demás debieran ser.

Siguiendo con la conversación, le pregunto: ¿Cómo podemos crear un futuro conjunto
con los trabajadores si estamos parados en estándares totalmente distintos? ¿Será que tienes expectativas de otros que tienen que ver con lo que tú has aprendido?

Nos dimos cuenta de que él nunca les había pedido con exactitud lo que esperaba de ellos, por lo tanto, ellos nunca habían prometido cumplir con ese estándar en particular. Comenzamos a trabajar en su forma de generar acuerdos con otros, sin esperar nada más allá de que se cumplieran los acuerdos a los que llegaban. Comenzamos a trabajar en su forma de pedir, en su forma de chequear lo que otros entienden cuando les pide, en su forma de comprometer mirando a los ojos, en su forma de evaluar y posteriormente, ya sea agradecer o reclamar en caso de que las promesas no se cumplieran

Como todo, al principio cuesta. Los nuevos conocimientos sólo se transforman en hábitos con la práctica. Después de un mes, este empresario ya había cambiado su semblante y su forma de dirigirse a las personas que trabajan con él, hay otro ambiente en el trabajo y no sólo le ha servido esto en el ámbito laboral, sino también en sus relaciones con familiares y amigos.

El hecho de que podamos conversar y llegar a acuerdos con las personas, nos permite generar futuro, para ello es necesario entender nuestros estándares, nuestras necesidades y poder transmitirlas y que al otro le generen un sentido. El cumplimiento de los acuerdos en el tiempo crea confianza y la confianza es la emoción que nos predispone a coordinar acciones con otros, a colaborar. Sólo a través de la colaboración podemos satisfacer nuestras necesidades y vivir vidas plenas junto a otros.

lunes, 3 de agosto de 2015

Lucas, salchichas y educación


Hoy vi a Lucas, mi hijo de dos años y medio, metiéndose a la boca muchos más trozos de una salchicha de los que podía tragar, de hecho, al verlo me dio la impresión de que quería probar cuántos podía comerse al mismo tiempo. Mi primera reacción fue a detenerlo para que no lo hiciera, y pensé, ¿para qué quiero hacer eso? Se me vino a la cabeza el tema de la educación, ¿Para qué educo? Y, ¿Cómo quiero educar a mis hijos? ¿Cuál será la mejor manera?

Antes de volver al ejemplo, pienso que ésta pregunta no se está haciendo en el debate sobre la educación, o no lo escucho yo al menos por los canales de información. ¿Para qué educamos? ¿Qué tipo de persona queremos que sean las nuevas generaciones? Educamos para que otros aprendan, y aprender, en último término es lo que hacemos para hacernos cargo de los desafíos que nos presenta la vida, sin embargo, nuestra educación está enfocada, tanto en metodología como en propósito en sostener lo mismo que hoy existe, alimenta al mismo sistema en el que estamos viviendo, a la misma forma de ser que tenemos. Eric Hoffer tiene una frase que dice: “Los aprendices heredarán la tierra, mientras los sabelotodo estarán perfectamente equipados para un mundo que ya no existe”. ¿Estaremos preparando a nuestras nuevas generaciones para un mundo en extinción? ¿Qué será lo que viene? Sabemos que la forma de hacer las cosas que tenemos como sociedad no son acordes a la sociedad en que queremos vivir, lo escuchamos todos los días. Nadie quiere estar detrás de una reja, ni los que se defienden detrás de ella voluntariamente, ni los que las ven por dentro en una cárcel. Nuevamente sostengo la pregunta, ¿para qué educamos? Si tomamos como válida, la mirada del cambio, es muy probable que necesitemos personas que sepan aprender. No sabemos lo que viene, y si sabemos que no queremos lo que hoy estamos siendo como sociedad.

Volviendo al cuento de Lucas y sus salchichas en la boca, decidí no decirle nada… él no necesita que le diga que eso no es bueno para él. Para aprender, lo que veo que necesita, es hacerlo por medio de la experiencia y así va a ir conociendo sus propios límites, no los míos. Él sólo está probando y aunque la forma, no me guste, no veo que sea un riesgo para él. ¿Cómo aprenderá entonces? Entre otras cosas, imitando las acciones de aquellos importantes para él, siguiendo el ejemplo o explorando nuevas formas. Crear contextos emocionales sanos para que la persona se desarrolle, estimular y sobretodo, dar el ejemplo y ser consecuente con lo que queremos que pase, me parece fundamental para la educación. Gandhi decía: “Debes ser el cambio que quieres ver en el mundo”. Creo que esa es la mejor educación.  ¿Cómo sería comenzar a educar para que las nuevas generaciones quieran hacer eso? ¿Cuando comenzamos nosotros?

martes, 30 de junio de 2015

El Alma del Dinero

¿Cuáles serán los mitos que como humanidad, nos mantienen haciendo lo mismo durante tanto tiempo, sabiendo que necesitamos cambiar?

Tuve la grata experiencia de toparme con algunos capítulos de un libro llamado "El Alma del Dinero", escrito por Lynne Twist. Una propuesta muy interesante acerca de los que nos acontece hoy como humanidad. En él, se expresan 3 mitos o paradigmas que sostienen en gran parte el comportamiento humano y la incapacidad para salir de un circulo vicioso que nos ha llevado a la desconexión de unos con otros.

Primer mito: La escasez. Cuando creemos que vivimos en un mundo escaso, creemos que no habrá suficiente para todos, por lo tanto, aceptamos que algunos obtendrán lo que necesitan y otros no. Esto nos llevará a la competencia por esos recursos escasos y al intento de que ni yo, ni los seres amados por mí queden fuera de la repartición de bienes. Creemos que no hay suficiente agua, aire, dinero, comida etc, y al declarar a nuestro mundo como insuficiente, toda nuestra energía se canalizará en pro de satisfacer esta carencia y sobrellevar el miedo de quedar fuera. Cuidaremos de cada uno y de los que amamos en desmedro de los demás tratando de controlar el acceso a los recursos. Esto lo hacemos como individuos, como comunidades e incluso a nivel de países.

Segundo mito: Más es mejor. Si creemos en el mito de que más es mejor, tal como la publicidad nos quiere hacer creer, siempre estaremos insatisfechos y esa prisa por obtener, nos va a alejar de la capacidad de gozar lo que ya tenemos, estaremos como un hamster intentando correr más rápido, aún cuando la felicidad y abundancia la tengamos frente a nuestros ojos. Es como comer rápido, sin saborear esperando que el próximo bocado sea mejor. Incluso cuando hay mucho, no es suficiente. Personas que tienen riqueza suficiente para tres generaciones, sienten miedo a perder sus acciones y su patrimonio, sienten que no están seguros con lo que tienen y sienten que necesitan más, incapaces de abandonar esta búsqueda de más en un mundo escaso. En esta creencia, el éxito se define por quienes tienen más acceso a consumir, y se genera una valoración de la humanidad de acuerdo a las posibilidades de acceder a más, subestimando y subvalorando actividades como la enseñanza o el arte. Desde acá se acuñan frases como: "Si eres artista, serás un muerto de hambre".

Tercer mito: Así son las cosas. El mundo es escaso y más es mejor, así son las cosas, así que más vale que entres rápido en este juego porque no hay forma de escapar de esta trampa. Este mito, sostiene los dos anteriores. Esta resignación es la que permite que explotemos a otros, que hagamos aquello que no nos hace sentido, que nos mantengamos en la fila esperando que el sistema nos de una oportunidad. Esta forma de pensar, nos vuelve ciegos de lo que sí poseemos, tenemos creatividad, energía y tiempo. El "así son las cosas", nos vuelve impotentes ante la corrupción, ante los negocios deshonestos, ante la contaminación del único mundo que tenemos, abandonando la posibilidad de poner a disposición de algo en lo que realmente creamos cualquier potencial humano que tengamos.

¿Cuántas frases y explicaciones justificadoras tenemos? ¿ahora que has leído lo anterior, qué explicaciones aparecen automáticamente en tu cabeza que tienden a dejarte en el mismo lugar? ¿hasta cuándo no nos hacemos cargo de eso que aparece en lo más profundo de nuestro ser? pareciera que preferimos no escuchar a la vida, nos mantenemos dándonos respuestas y evitamos hacernos preguntas sobre esas respuestas y su origen.

En un mundo escaso, eres "tú o yo", en un mundo abundante, eres "tú y yo". Ya va siendo tiempo de que nos miremos diferente, de que entendamos de que no vivimos en un mundo escaso, vivimos en un mundo abundante y suficiente, y los únicos que estamos escaseando el mundo somos nosotros con nuestra necesidad de más y más. ¿Sabías por ejemplo que si no se confeccionara nunca más una prenda de ropa, tendríamos suficiente para vestirnos durante 50 años?. En un mundo abundante, usaremos el dinero de manera que exprese nuestra integridad y nuestros valores. La suficiencia, no significa disminuir o renunciar a nuestras expectativas, sino que es una declaración, un lugar en donde pararnos, un lugar que nos permite reconocer y honrar lo que sí tenemos a disposición y nos revela el poder que tenemos para satisfacer todo lo que necesitamos a partir de nuestros recursos internos. Cuando nos sentimos suficientes, nuestra relación con el dinero deja de ser una fuente de miedo para pasar a ser una fuente de posibilidades emocionantes.

lunes, 15 de junio de 2015

Coaching Organizacional, ¿Gasto o Inversión?

Muchas personas tienen la creencia de que el coaching corresponde a un gasto en algo intangible, y que no verán resultados concretos. ¿Será esto así?

Existen diferentes tipos de coaching, y de coaches, de hecho es una palabra que se usa con bastante soltura por parte de algunas personas que no tienen la formación necesaria. En esta columna se pretende entregar una mirada metodológica sobre el coaching organizacional que hacemos y diseñamos en las consultoras TheNest y FocoHumano.

Lo primero es decir que el coaching organizacional tiene que ver con un acompañamiento diseñado para que la organización pueda llegar a los resultados que necesita para cumplir con su misión y su propósito de existencia, el cual siempre tiene que ver con servir al ser humano. Este acompañamiento es diseñado a medida y que no es un producto estandarizado. Se diseña desde la escucha de necesidades y dificultades que está viviendo una organización en particular, y para ello se define y diseña una propuesta de intervención luego de hacer un diagnóstico específico y acordar con el cliente las competencias y habilidades que requiere desarrollar en sus ejecutivos para lograr avanzar hacia su propósito.

¿En qué consiste un diagnóstico? tipologías de personalidad, preferencias de liderazgo, comportamientos y efectividad de equipos, encuestas de 360º, entrevistas, resultados e indicadores de gestión u otro elemento que ayude a levantar la información necesaria para evidenciar un conjunto de acciones e interacciones que hace que la organización tenga los resultados que obtiene. También se crea una línea base desde donde parte la intervención para luego de finalizada, se puedan comparar los resultados.

¿Qué resultados se miden? En primer lugar se mide el cumplimiento de expectativas y el enganche con el proceso, vale decir, qué tanto de lo que se esperaba que pasara efectivamente pasó en el programa. El segundo nivel de análisis viene dado por los aprendizajes que lograron las personas, o sea, qué es lo que declaran que aprendieron, y cómo ha cambiado su conocimiento y actitud en el trabajo. Un tercer nivel de profundidad tiene que ver con la aplicación de estos nuevos aprendizajes, lo cual se demuestra con la aplicación de herramientas y coordinación de acciones con otros en el ámbito laboral. Si los conceptos y herramientas están siendo aplicados, pasamos a un cuarto nivel de profundidad, en donde se miden los indicadores de gestión que se movieron dado el cambio en la forma en que las personas interpretan lo que pasa. En este punto, nos hemos encontrado con organizaciones en distintas etapas de desarrollo, lo cual permite que gracias a esta medición, puedan tener nuevos indicadores que permiten llevar el negocio con una mayor certidumbre. Por último, se evalúa el costo o beneficio que obtiene la empresa por el movimiento de los indicadores y se calcula el retorno de la inversión en la intervención realizada.

Debemos derribar barreras que no nos permiten aprender a interactuar con efectividad y liviandad en las organziaciones. El acompañamiento de las personas y de los líderes debiera ser parte de la "canasta básica" en los presupuestos de las organziaciones. Hoy en día existen varios paradigmas que no nos permiten abrirnos a la experiencia de ser acompañados por un profesional en la materia y también hay muchos que ofrecen servicios sin los conocimientos ni la formación necesaria. Recomendamos hacerse acompañar por personas que estén certificadas por la ICF (International Coaching Federation)

Según la revista forbes, “El retorno de la inversión en coaching alcanzó 7 veces la inversión inicial. Y más de un cuarto de los clientes de coaching destacaron que la proporción era de 10-49 veces su coste. (Fuente: PriceWaterhouseCoopers and the Association Resource Centre)"




martes, 5 de mayo de 2015

Una Mirada Sobre la Contingencia


El filósofo Norteamericano Ken Wilber, en su libro “Breve Historia de Todas las Cosas”, postula que todo en el universo es y está compuesto por holones. Un holon es a la vez un todo y parte de algo. Por ejemplo, las letras componen palabras, las palabras componen frases y éstas párrafos que componen libros, etc. Si lo miramos en la biología, tenemos átomos que componen moléculas que componen células que componen órganos que componen seres humanos.  Con esto se va formando una jerarquía de sistemas que permite que exista la sinergia.

¿Qué pasa si tomamos como base al ser humano? El ser humano también es parte de algo, una jerarquía mayor al ser individual. Por ejemplo, una jerarquía superior que el individuo es la familia. A su vez, la familia está inmersa en una determinada sociedad o cultura, podríamos decir que pertenece a un país o a una tribu (un conjunto de familias).  Claro que hay otras formas u holones para organizarse, pero tomemos esta forma como base.

Si nos entendemos como parte de una sociedad, que es una jerarquía de organización mayor, necesitamos ciertas cosas para que esto funcione. Por ejemplo, la información debe fluir bidireccionalmente entre sistemas menores y mayores. Debo estar informado de para donde va la sociedad y la sociedad debe estar en conocimiento de lo que las partes necesitan y de sus propósitos, de forma de que el todo sirva a las partes y las partes al todo. Cuando esta bidireccionalidad del flujo de información se pone en peligro por algún motivo, el sistema empieza a desmoronarse: “los todos” no reconocen depender de sus partes subsidiarias y las partes no reconocen más la autoridad organizativa de “los todos”. Un resultado de este tipo de corte de flujo, es el cáncer en donde las partes individuales no aportan al propósito del sistema que las contiene.

En una crisis de confianza como la que estamos viviendo en Chile en este momento, creo que esto es lo que está en riesgo. Nosotros, los individuos, ponemos en duda la autoridad organizativa de aquellos que están liderando la sociedad, ya que existe la legítima duda, de que estos individuos no están sirviendo al todo, sino a sus partes individuales. 

¿Qué ha pasado históricamente cuando “el todo” no se hace cargo de las partes? Cuando una forma de hacer sociedad ya no se puede hacer cargo de los desafíos que presentan los individuos, inevitablemente, emerge una nueva forma de orden y de ver el mundo. ¿Estaremos ante un punto de inflexión en nuestra forma de ver el mundo?

Los paradigmas actuales como la creencia de que podemos explicar el comportamiento de un sistema descomponiendo las partes, o que el mercado es el regulador de los comportamientos individuales, o como decía Adam Smith, que la búsqueda de riqueza individual beneficia a la sociedad como un todo, ya están en retirada.

¿Cuál será el nuevo orden? Creo que hoy no existe esa respuesta, porque creo que la pregunta no está bien formulada. Cómo sería preguntarnos ¿Cuál es la vida que vale la pena vivir? O ¿De qué tipo de sociedad me gustaría ser parte? O ¿Cuál es mi rol como individuo para comenzar a contribuir a esta sociedad?

Una antigua leyenda Cherokee cuenta que un abuelo le decía a su nieto que dentro nuestro viven y luchan dos lobos, uno es desconfiado, egoísta, tiene miedo y abusa de otros. El otro vive en la confianza, en el amor, en la generosidad y el cuidado. El nieto le pregunta al abuelo: “¿Si tenemos a los dos, entonces cuál gana?” El abuelo le contesta: “al que alimentas”.

jueves, 5 de marzo de 2015

¿Qué nos mueve a buscar independencia?

Normalmente, cuando converso con personas que están en las organizaciones, aparece de una u otra forma el tema de la independencia, de poder trabajar en algo propio.

Trabajar en una organización tiene muchas ventajas, principalmente de estabilidad. La organización se encarga de pagarnos un sueldo, no importa cuán revuelto esté el mercado o cómo sea el momento de la empresa, el compromiso hacia el trabajador es pagar un sueldo a fin de mes. En algunas empresas, también hay beneficios de salud, seguros, bonos, etc. Incentivos que se hacen cargo de la estabilidad de la persona. Muchas empresas tienen esta oferta para sus trabajadores, y cuando quieren saber cómo están sus trabajadores, normalmente miran a las otras empresas para ver si están "bien" o "mal" con su oferta, con el objetivo de mantenerlos... como todo, las personas pasan a ser un producto más del mercado. Luego aparecen las frases como "pagamos acorde a mercado", o "estás sobrevalorado", etc. Con esta oferta, la empresa se hace cargo de los miedos, de aquello que no queremos que pase, se hace cargo de esa sensación de escasez e incertidumbre que podría ocurrir si no tengo "algo seguro".

Como seres humanos que somos, tomamos decisiones de acuerdo a nuestros valores, de acuerdo a lo que nos hace sentido en el momento en que tomamos la decisión. Por ejemplo, si veo que mi familia tiene hambre, seguramente el valor con el cual voy a tomar las decisiones del momento será el satisfacer la necesidad inmediata, no importará si lo que hago para conseguir alimento es innovador o entretenido mientras satisfaga la necesidad. Hace un tiempo, había pocas posibilidades de encontrar la estabilidad económica, por lo que el hecho de tener trabajo ya era suficiente y no se cuestionaba mucho lo que hacía la empresa ni el rol que tocaba cumplir mientras fuera legal.

Hoy en día, esas necesidades están relativamente cubiertas para la mayoría de las personas (al menos, las que me toca interactuar cotidianamente), por lo tanto, las necesidades que podríamos denominar higénicas se vuelven transparentes, las damos por cubiertas y ya no nos surge la necesidad de satisfacerlas, ordenamos en forma diferente la escala de valores. Muchos ya no están dispuestos a mentir para conservar sus pegas, muchos ya no están dispuestos a abusar para obtener más rentabilidad, muchos ya no están dispuestos incluso a vender algo que otro no necesita, o de dañar el medio ambiente... sin embargo varias organizaciones, representadas a través de sus líderes ponen presión para que se obtengan los resultados, promoviendo muchas veces este tipo de situaciones. Según el estudio "Zoom al Trabajo" realizado por la Escuela de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez y la consultora Visión Humana, el 72% de las personas considera que las empresas abusan de sus trabajadores. Comienza a aparecer una falta de sentido, la oferta de trabajo ya no satisface la nueva necesidad.

¿Qué necesidades comienzan a aparecer que posiblemente no se están satisfaciendo? La necesidad de equilibrar la vida y el trabajo, la necesidad de sentirnos orgullosos de lo que hacemos, la necesidad de contribuir a algo que haga sentido y que se alinee con nuestros valores, comienza a aparecer la necesidad de convertirnos en la persona que queremos ser, comienza a aparecer un nuevo ser, más consciente, más conectado con su entorno.

Hay muchos motivos para querer ser independiente, y para mí, la decisión de independizarse no se toma mirando hacia atrás, mirando aquello de lo cual no quiero ser parte, eso sirve para aprender, pero no para avanzar. La decisión se toma mirando hacia adelante, con una visión de la persona que quiero ser y el contexto en el cual quiero contribuir y obviamente, si a través de eso me puedo sostener económicamente.


Si tenemos clara esa visión, podemos comenzar a aprender lo que necesitamos aprender para llegar a ella, de otra forma no habrá un camino para avanzar, pues no sabremos donde ir. Acá aparecen los típicos fantasmas que nos dicen "¿y quién te crees que eres?" o "eso es una utopía". Serán esos miedos aprendidos los que intentarán paralizarnos, que intentan detenernos para que no sigamos avanzando, desarrollándonos, miedos que por lo demás comparten muchos líderes de organizaciones. Me conecto con una frase de Eduardo Galeano que dice: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para avanzar.”

Hermoso el desafío que tenemos en las organizaciones, comenzar a escuchar las nuevas necesidades, una nueva forma de hacer sentido en los trabajos, una nueva oferta que innove lo que hoy está disponible en el mercado. Necesitamos ofrecer a nuestra gente un trabajo que les de dignidad, estabilidad, sentido, equilibrio vida trabajo, desafíos y conexión para entender que lo que estamos haciendo genera bienestar para otros... ¿Quien se querría ir de una empresa así?... si este es el desafío, ¿estaremos preparados? ¿qué necesitaremos aprender?

jueves, 26 de febrero de 2015

La Gestión del Equilibrio


Artículo publicado por revista Infortambo


Para lograr resultados extraordinarios en las organizaciones, se hacen necesarios lideres que puedan mantener muchas variables del negocio funcionando. Recursos financieros, producción, insumos, cobros, pagos, y otras variables que están en constante movimiento. Podríamos mirarlo como un malabarista que juega con pelotas en el aire, las que exigen su tiempo y foco absoluto. Varios son los artistas que han aprendido a manejar estas variables para que el resultado sea exitoso, para ello, han seguido el ejemplo de otros por generaciones, has desarrollado nuevas competencias, algunos con carreras profesionales y otros asesorándose para disminuir la carga de incertidumbre.

Ahora bien, por si esto fuera poco, imaginemos a este empresario malabarista haciendo equilibrio sobre una balanza para no caerse. Además de poner a prueba sus habilidades como malabarista, ahora también necesitará de su capacidad para equilibrar las fuerzas que le permitan seguir estable sobre esta tabla con las pelotas en el aire. Esta base inestable que estamos hablando a través de esta metáfora, son las personas que permiten que el negocio funcione. Podemos distinguir dos grandes fuerzas en las que un empresario y líder de personas debe enfocarse para mantener el equilibrio de un negocio.

La primera de estas fuerzas, es el cliente externo, aquel que recibe el producto del trabajo de la organización, aquel que nos exige calidad, puntualidad, precio, condiciones de pago, etc. Conocer las necesidades de este cliente, relacionarnos con él, formar un vínculo de largo plazo y generar lazos de confianza, será fundamental para fidelizar esta fuerza que permite que el show continúe.

La segunda de estas fuerzas que desafía al líder son las personas que trabajan en la organización, nuestros colaboradores. El equilibrio de esta fuerza se logra cuando el líder es capaz de tener una visión clara y compartida del futuro, cuando es capaz de iluminar el camino y guiar a otros para la materialización de un objetivo que sea representativo y haga sentido. Para ello, será fundamental la capacidad del líder de articular las virtudes de las personas que trabajan con él, a través de la creación de espacios y relaciones de confianza para que las personas puedan hacer consciente que el trabajo no sólo les permite recibir un sueldo a fin de mes, sino que satisface también, otras necesidades humanas que dan sentido al trabajo.

En muchos casos, nos sabemos como hacernos cargo de esta segunda fuerza que permite el equilibrio de un negocio, a veces no nos damos cuenta de lo importante que es y tenemos la expectativa de que las personas deben hacer lo que espero que hagan ya que les pago por ello, pero en la realidad no ocurre así.

Si hacemos la pregunta: ¿Qué tan importantes son las personas que trabajan en su organización para que usted obtenga los resultados que desea? La respuesta normal en cualquier organización, es que son fundamentales. Si indagamos un poco más y preguntamos: ¿Qué tan incidente es usted como líder para que las personas tengan un buen desempeño? La respuesta normal es que el líder es muy incidente. Dicho lo anterior, si preguntamos, ¿Cuánto se ha capacitado en temas de liderazgo? o ¿Qué herramientas además del dinero utiliza? Seguramente la respuesta será más escasa. Podríamos preguntar también, ¿Qué variables mide con respecto a las personas?, tema bastante incipiente en la industria.

Antes de que la función salga natural y fluida necesitamos aprender y poner foco en aquello que queremos que mejore, y si queremos mejorar nuestras capacidades, será fundamental el declararnos aprendices. Muchos miran el hecho de no saber como algo indeseable, sin embargo es la única forma de aprender. No saber, es condición necesaria para aprender. De otra forma, ¿Cómo vamos a aprender aquello que ya sabemos? En un mundo en constante cambio, aquellos que sepan aprender lograrán adaptarse, y aquellos que creen que saben todo, estarán equipados para vivir en un mundo que ya no existe, que los dejó atrás, obsoletos.

Las organizaciones han cambiado, la forma de liderar personas ha cambiado, los clientes, las preferencias, la forma de relacionarse, la comunicación, todo está cambiando. Aprendamos a adaptarnos a estas nuevas realidades, pongamos foco en las personas y en la sostenibilidad de nuestra industria, hay mucho en juego y las oportunidades son gigantes, y hagámoslo pronto, ya que “el show debe continuar” y cada uno de nosotros es creador de su propio acto.

martes, 20 de enero de 2015

¿Necesidad o deseo?

Mucho se ha hablado sobre la felicidad, de cómo alcanzarla, hay algunos más atrevidos en sus propuestas, como Deepack Chopra, quien incluso tiene un libro titulado "La Receta para la Felicidad". Algunos ven la felicidad como una meta a la cual llegar, otros afirman que es un estado fugaz que viene con ciertos momentos, algunos sostienen que es cómo nos vivimos el proceso de la vida. No tengo resuelto el tema de la felicidad, creo que mientras más me lo pregunto, más llego al amor, a ese espíritu que nos hace sentir vivos, satisfechos, abundantes, conectados, sentir que junto a otros somos parte de algo más grande, eso que nos hace querer estar!

Si la felicidad tiene que ver con la sensación de abundancia, y conexión ¿la infelicidad tendrá que ver con la carencia? y ¿por qué aquellos que pareciera que lo tienen todo, siguen pareciendo infelices? A mi juicio, estamos un poco confundidos como sociedad, creo que hemos confundido la necesidad con el deseo... la necesidad nos hace mirar hacia adentro para sentir y movilizarnos, el deseo busca afuera y crea expectativas para movilizar.

Los deseos son aquellas formas que conocemos y que se nos hacen habituales para lograr satisfacer una necesidad, son nuestras creencias. Por ejemplo, si una persona está triste y en su historia ha aprendido que cuando ha llorado, le han dado de comer, relacionará la comida con evadir el sufrimiento, lo cual se transformará en un acto inconsciente; desea la comida pero no la necesita. O si una persona relaciona el éxito económico con la felicidad y la satisfacción, desea ser millonario, pero no lo necesita, y cuando lo alcanza, se siente igual.

Entonces, ¿Cuáles serán nuestras verdaderas necesidades? ¿qué es aquello que moviliza los deseos?. Una forma de verlo (modificación de un modelo de Antony Robbins) es que los seres humanos tenemos 7 necesidades básicas.

1. La necesidad de certeza y estabilidad: Necesitamos saber cosas, tener raíces firmes, sentir que controlamos algo del futuro, que llegaremos a fin de mes, que no moriremos inesperadamente, y para ello, nos apoyamos en relaciones, familia, trabajo, etc. En la naturaleza esto se ve manifestado con el elemento tierra. Cuando falta tierra, la emoción es la ansiedad o el miedo.

2. Si todo es estabilidad, nos aburrimos y perdemos el sentido. Necesitamos también inestabilidad, variedad, desafíos o problemas, sorpresa, hacer cosas diferentes. En la naturaleza, esto se ve manifestado con el elemento aire. Cuando falta aire aparece el ahogo, el desgano.

3. Necesitamos sentirnos significativos, validados, necesitamos sentir que nuestros límites son respetados, que tenemos algo de poder. Esto en la naturaleza se ve manifestado con el elemento fuego. Cuando falta la validación, aparece la rabia, la frustración, la sensación de insuficiencia.

4. Necesitamos relacionarnos, tener amor y conexión. Ya sea con otros seres humanos o a través de nuestra espiritualidad, necesitaremos sentirnos conectados, de otra forma, la vida se vuelve solitaria y sin sentido. Esto en la naturaleza se ve manifestado como el elemento agua. Cuando falta agua, aparece la soledad y la tristeza, la sed.

5. La necesidad de descanso y silencio: Es absolutamente necesario descansar, silenciar la mente, volver a la fuente. De otra manera, si no hay descanso, el cuerpo y la vida no puede manifestarse.
     Estas cinco primeras necesidades son necesidades básicas, naturales, que todos podemos alcanzar de formas relativamente accesibles. Hay otras dos necesidades que podrían llamarse necesidades del alma, que se construyen a lo largo de la vida y son las siguientes:
6. La necesidad de crecer: Todo organismo vivo tiene ciclos y todo organismo vivo necesita desarrollarse, crecer. Incluso cuando nos identificamos con un rol nuestro o un personaje (el profesional, el amigo, el padre etc) este personaje necesita desarrollarse. Necesitamos creer que nos vamos  convirtiendo en el organismo para el cual evolucionaron nuestros antepasados, que nos convertimos en la persona que queremos ser.

7. La necesidad de contribuir: Necesitamos sentirnos parte de algo, necesitamos creer que nuestro esfuerzo contribuye a algo más que a nosotros mismos. No es lo mismo trabajar para mi mismo que trabajar para mi familia, para mi país o para la humanidad.
Cada vez que tenemos deseos, queremos mover la balanza desde el sufrimiento a la satisfacción, desde la sombra a la luz, desde la necesidad hacia la abundancia, pero nuestras formas aprendidas de hacerlo, distan mucho de lograr el objetivo. Nuestro entorno nos invita a satisfacer nuestras necesidades consumiendo cosas que no necesitamos. Seremos más significativos si usamos cierta ropa o cierto auto, tendremos más amor y conexión si tomamos una cerveza en particular o comemos papasfritas, tendremos más estabilidad si compramos seguros o jugamos al loto, tendremos más variedad si compramos un televisor más grande...

Si nos miramos hacia el interior y entendemos cuál es la necesidad detrás de deseo, tendremos muchas formas de actuar para satisfacerla, de otra manera, actuaremos en base a nuestros deseos, haremos las mismas acciones aprendidas y terminaremos eventualmente en el mismo lugar donde partimos. Francisco de Quevedo, escritor español decía: "Por nuestros deseos, lo mucho es poco, por nuestra necesidad, lo poco es mucho"

¿Y a ti, qué te mueve?

martes, 6 de enero de 2015

El fiel cumplimiento de una promesa

Cuando veo que una organización cumple fielmente con una promesa contraída con la comunidad, me da una sensación de gratitud y esperanza. Finalmente, a eso he estado dedicando mi esfuerzo y energía los últimos años...

Dreams, a través de su gerente general, Manuel Rojas, hizo la promesa de construir una obra que intervendría lo más preciado por la ciudadanía, la costanera del lago Llanquihue en Puerto Varas, y lo hizo consultando a la comunidad. Esto es algo que al menos yo, no había escuchado anteriormente. Un organismo público como la municipalidad, exigiendo a un casino privado la construcción de una obra para la extensión de un contrato y este privado a su vez, haciendo una consulta ciudadana sobre cómo materializarlo de la mejor manera para que representara a todos.


 La primera parte de esta historia, fue un taller realizado en noviembre del año 2014, el cual detallé en una columna escrita anteriormente (link).


Este 5 de Enero, me pidieron diseñar y facilitar el espacio donde se da cumplimiento a la segunda parte de la promesa, la exposición de los tres proyectos por parte de la oficina de arquitectos. Para ello, nuevamente fueron convocadas las 50 personas que asistieron a la primera instancia.

Había mucha expectativa y algo de escepticismo. Partimos con una presentación en VideoScribe, para dar contexto. Y dejamos establecida una planilla en donde iríamos evaluando el cumplimiento de los requerimientos hechos en el primer taller. Los arquitectos fueron mostrando cada uno de los proyectos, y entre medio, entre todos evaluábamos si se daba cumplimiento a los valores, los materiales y los requerimientos hechos en la primera instancia. Los calificábamos con verde amarillo o rojo.

El resultado fue maravilloso, la oficina de arquitectos fue capaz de interpretar lo que se pidió y los participantes quedaron muy satisfechos (muchos de ellos arquitectos). Hubo un clima tranquilo, de colaboración, de escucha y también de planteamiento de diferentes puntos de vista. La evaluación de los proyectos fue en un 86% verde y un 4% amarillo, sin rojos.

El próximo paso de este proyecto, será someterlo a consulta ciudadana para que la comunidad escoja el que más gusta entre los tres proyectos presentados, para que sea construido. Para ello se dispondrá durante una semana del mes de Febrero, de dos módulos de votación ubicados en la municipalidad y en el casino.

Terminamos el taller escribiendo cada uno aquello que queremos para nuestra sociedad, tomando este evento como punto de partida, y eso, lo guardamos en una caja sellada para ser sepultada con la primera piedra. Cada uno de los participantes de estas instancias tendrá sus sueños puestos en esta construcción, cada uno es parte de la misma.

Esta ha sido una muestra de cultura, es una evidencia de que los seres humanos, cuando conversamos con objetivos comunes podemos lograr grandes cosas y podemos sentirnos orgullosos unos de otros. 
La definición de cultura según la RAE, es el conjunto de conocimientos que permite tener un juicio crítico.  Si aceptamos esto como posibilidad, fue exactamente lo que pasó. Nos escuchamos como comunidad para obtener un conjunto de conocimientos unos de otros que nos permitió tener un sólo juicio crítico, lo cual se manifestará próximamente en una obra que interviene lo más preciado de la ciudad de una forma positiva y que cuida lo importante.

A continuación: Las tres alternativas... ¿cual te gusta más?