jueves, 26 de junio de 2014

De Chocolates y Cazuelas

Muchas personas tienen la ilusión de poder separar su forma de ser en el trabajo y fuera de él, como si fuesémos varias personas y estuvieran desligadas unas de otras. ¿Será esto posible?

Yo pienso que no, que nuestra forma de ser nos acompaña en todo lo que hacemos, porque al final, la forma que tenemos de actuar aparece desde nuestro emocionar, y nuestro emocionar, tiene que ver con cómo nos explicamos el mundo, con el significado o la interpretación que le damos a los estímulos externos. A su vez, los significados que le damos a los estímulos externos, provienen de nuestra historia, de cómo hemos aprendido a interpretar el mundo y eso lo llevamos a todas partes.

Para hacer más ilustrativa esta reflexión, tomemos como ejemplo de estímulo, una araña. Lo que el común de las personas hacen cuando se encuentran con una araña es matarla. Si ésta es la acción que nos aparece disponible y no otras, ¿cuál será la emoción que predispone al cuerpo?... seguramente es el miedo. Si el miedo es la emoción, ¿cuál será el significado o la interpretación (consciente o inconsciente) que le doy a la araña? seguramente que la araña es peligrosa y me puede hacer daño. Dentro de mi historia, ¿donde habré aprendido que las arañas hacen daño? seguramente cuando niños, de nuestros padres, de la televisión, u otra figura que representara una voz de autoridad para nosotros. En estricto rigor, en chile hay sólo dos arañas (que yo conozca) que pueden llegar a hacer daño, las demás son inofensivas para el hombre. Las arañas no son malas en sí mismas, y al tomar consciencia de eso, pude romper ese círculo y trspasar otra historia a mi hija, quien hoy convive armónicamente con ellas cuando las ve.

Esos miedos y esas formas de interpretar y de interpretarnos, las llevamos también a todas partes, a las organizaciones, a nuestros trabajos y a nuestro convivir con otros. Nuestras formas de interpretar el mundo nos abren ciertas posibilidades y nos cierran otras. Voy a contar una experiencia de un coaching organizacional como ejemplo.

Una empresaria con quién estoy haciendo un proceso de consultoría de procesos, tenía entre otras dificultades propias de procesos de gestión, el hecho de que no le gustaba meterse en la producción de lo que ofrece, que son chocolates. Ella declaraba que la producción la tenía delegada ya que ella no era buena en la cocina. Fuimos indagando en su historia, dada la importancia que tiene la producción en el resultado final. Resulta ser que cuando ella tenía alrededor de 7 años, su madre la dejó a cargo de cuidar una cazuela que estaba en proceso, pero cuando volvió, la cazuela estaba quemada y la cuchara se paraba sola en la olla. La retaron, y eso quedó grabado en su interpretación de si misma como "soy mala para la cocina", lo cual hoy le está impidiendo mejorar la calidad y meterse en los procesos que son fundamentales para el desarrollo de su negocio. Una de las tareas de esa consultoría, fue cocinar ella sola una cazuela para toda su familia, y hacerla con amor, pensando en la persona que se la iba a comer. Como resultado, cocinó exquisito, fue felicitada y se fue la interpretación que la había acompañado durante tanto tiempo, se permitió el disfrute de una actividad que es fundamental para su trabajo y que hoy le permite tener nuevas posibilidades.

Cuando nos abrimos a hacernos preguntas sobre aquellos pensamientos y juicios que le dan sentido a nuestras acciones, que a su vez hacen que tengamos los resultados que obtenemos, podremos modificar nuestro actuar, ya que se vuelve más consciente desde donde viene, de otra manera, si seguimos pensando de la misma forma, volveremos a tener los mismos resultados y volveremos a enfocarnos en el problema de la misma manera, sin solucionar lo de fondo, lo ontológico que es subyacente en nuestro actuar y que llevamos a todas partes donde vamos. Para algunos, esta búsqueda es fundamental. Peter Senge dice en uno de sus libros, "A menudo dedicamos tanto tiempo a resolver problemas a lo largo del camino que sólo tenemos una mínima, incluso inexacta idea de lo que es importante para nosotros".

¿Qué de esto te puede servir?


10 comentarios:

  1. Buenísima reflexión. Concuerdo totalmente en que hay que hacer un análisis constante sobre nuestros pensamientos y juicios, ya que estos determinan nuestro actuar, y muchas veces no hacemos las cosas bien, pero seguimos atrapados en lo mismo, porque no somos conscientes de nuestros pensamientos y en el fondo no interiorizamos en el porqué estamos actuando así...

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    1. Gracias por tu comentario Laura, concuerdo con él. Sólo me surge la pregunta de ¿qué sería hacer las cosas "bien"?... a lo mejor "bien" es otra oportunidad que tenemos de hacer consciente el para qué hacemos lo que hacemos. Me pregunto si el parámetro para medir el "hacer las cosas bien" será si el resultado de mis acciones me acerca o no a mi propósito que busco en la vida, que en mí caso tiene que ver con ser feliz y no con un estandar pre establecido. Nuevamente caemos en la consciencia del para qué... Saludos y gracias :)

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  2. Qué importante es ser consciente de lo que hacemos a diario, motivados por las emociones. Qué importante es observar aquello, y reconocerlo en otros. Quizás, ese es el primer paso para cambiar la interpretación que le damos a las cosas.

    Es premisa, en los círculos de reflexión de comunicación, que el lenguaje crea realidad (nuestra realidad). Y hay algo que también es importante: el lenguaje, además de eso, es una herencia. ¿De quién la recibimos? En cualquier caso, de las personas con la que nos criamos, de las que aprendimos (padres, hermanos, etc). Al ser una herencia, me parece innecesario recibirla sin plantear modificaciones. ¿Por qué? Pues, estaríamos viviendo bajo intereses de otros, que ocuparon el lenguaje para acomodarse a la realidad que ellos vivieron, una realidad que, sólo por serlo, es completamente distinta.

    Muchas gracias, JP, por la reflexión.

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    1. Gracias por tu comentario Nico, me parece importante el punto que tocas con lo de la herencia. Si las historias que nos contamos, que dan sentido a nuestro accionar en el mundo son herencia de otros, y vivimos únicamente dando sentido a través de ellas, sin buscar en nuestro interior las propias, las que nos acercan a la visión de nosotros mismos en convivencia con otros, seremos invitados a vivir cuentos que no son propios, estaremos utilizando herramientas que construyen una prisión de la cual no es posible escapar, ya que no sabemos que estamos en ella. Si el lenguaje crea realidades, cuál es el cuento que debiéramos comenzar a contarnos para ser libres? Qué historias son las que nos sirve comenzar a escuchar?

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  3. Yo creo que lo primero es ser conscientes. Para eso resulta fundamental conversar, escuchar, ser escuchado. Me parece que tenemos que darnos cuenta, como cultura, como sujetos (todos), cuando nuestras palabras o nuestras creencias se asemejan a jaulas, limitando la reflexión. Para no generar odio, tampoco debemos pasarle la cuenta a las personas o instituciones de las que aprendimos ese cuento: es totalmente legítimo que nos lo hayan enseñado. Y además, es bello (hallada una forma de sobrevivir a las penas, alegrías, naturalmente, por amor a otro, a que sobreviva de de la misma manera, la enseñas, o no?).

    ¿Es aquello que nos enseñan (y luego enseñamos) ajeno por esencia? ¿Desde qué parte comenzamos a aprender?

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    1. ¿Habrá una diferencia entre enseñar y ponerse al servicio o facilitar el aprendizaje de otro? para mí, enseñar tiene que ver con una creencia en una verdad, en una distinción que es la correcta, desde ahí, la ilusión de que lo que me ha servido a mí, es la verdad y debo traspasarla y le servirá a otro, sin entender que esa persona tiene otras experiencias y otras circunstancias. Si yo enseño lo "correcto" a mis hijos, estaré creando una prisión, en cambio, si yo facilito aprendizaje, creo las condiciones para que otro aprenda lo que le sirve, y más importante aún, que aprenda a aprender, a cuestionarse y abrir preguntas. Por ejemplo, es distinto decir "comer con las manos está mal" a decir, "que puede pasar si comes con las manos? qué podrían pasar con quienes están comiendo contigo? y si no te las has lavado?", o decir, "cuando comes con las manos me pasa que siento que no me respetas, podrías comer con cubiertos?" desde ahí guiar y contar cuál ha sido mí experiencia al respecto y cómo lo interpreto, lo cual no significa que sea una verdad universal, no te separa de tu esencia, sólo ofrece una interpretación.

      Así mismo, lo que yo comento en este blog, no pretende ser una verdad, no pretende enseñar a nadie, sólo pretende generar una reflexión y si a alguien le sirve como me ha servido a mí, me sentiría agradecido de la vida...

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  4. Excelente Blog Juan Pablo, pones buenos puntos para reflexionar.
    ¡Espero que estés muy bien!

    Un gran saludo mío y del equipo TRANSFORME

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    1. Gracias Trini!!! que gusto saber de tí! mándale en nombre mío un abrazo al equipo :)

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