Muchas personas tienen la creencia de que el coaching corresponde a
un gasto en algo intangible, y que no verán resultados concretos. ¿Será
esto así?
Existen
diferentes tipos de coaching, y de coaches, de hecho es una palabra que
se usa con bastante soltura por parte de algunas personas que no tienen
la formación necesaria. En esta columna se pretende entregar una mirada
metodológica sobre el coaching organizacional que hacemos y diseñamos
en las consultoras TheNest y FocoHumano.
Lo
primero es decir que el coaching organizacional tiene que ver con un
acompañamiento diseñado para que la organización pueda llegar a los
resultados que necesita para cumplir con su misión y su propósito de
existencia, el cual siempre tiene que ver con servir al ser humano. Este
acompañamiento es diseñado a medida y que no es un producto
estandarizado. Se diseña desde la escucha de necesidades y dificultades
que está viviendo una organización en particular, y para ello se define y
diseña una propuesta de intervención luego de hacer un diagnóstico
específico y acordar con el cliente las competencias y habilidades que
requiere desarrollar en sus ejecutivos para lograr avanzar hacia su
propósito.
¿En qué consiste un diagnóstico? tipologías de
personalidad, preferencias de liderazgo, comportamientos y efectividad
de equipos, encuestas de 360º, entrevistas, resultados e indicadores de
gestión u otro elemento que ayude a levantar la información necesaria
para evidenciar un conjunto de acciones e interacciones que hace que la
organización tenga los resultados que obtiene. También se crea una línea
base desde donde parte la intervención para luego de finalizada, se
puedan comparar los resultados.
¿Qué
resultados se miden? En primer lugar se mide el cumplimiento de
expectativas y el enganche con el proceso, vale decir, qué tanto de lo
que se esperaba que pasara efectivamente pasó en el programa. El segundo
nivel de análisis viene dado por los aprendizajes que lograron las
personas, o sea, qué es lo que declaran que aprendieron, y cómo ha
cambiado su conocimiento y actitud en el trabajo. Un tercer nivel de
profundidad tiene que ver con la aplicación de estos nuevos
aprendizajes, lo cual se demuestra con la aplicación de herramientas y
coordinación de acciones con otros en el ámbito laboral. Si los
conceptos y herramientas están siendo aplicados, pasamos a un cuarto
nivel de profundidad, en donde se miden los indicadores de gestión que
se movieron dado el cambio en la forma en que las personas interpretan
lo que pasa. En este punto, nos hemos encontrado con organizaciones en
distintas etapas de desarrollo, lo cual permite que gracias a esta
medición, puedan tener nuevos indicadores que permiten llevar el negocio
con una mayor certidumbre. Por último, se evalúa el costo o beneficio
que obtiene la empresa por el movimiento de los indicadores y se calcula
el retorno de la inversión en la intervención realizada.
Debemos
derribar barreras que no nos permiten aprender a interactuar con
efectividad y liviandad en las organziaciones. El acompañamiento de las
personas y de los líderes debiera ser parte de la "canasta básica" en
los presupuestos de las organziaciones. Hoy en día existen varios
paradigmas que no nos permiten abrirnos a la experiencia de ser
acompañados por un profesional en la materia y también hay muchos que
ofrecen servicios sin los conocimientos ni la formación necesaria.
Recomendamos hacerse acompañar por personas que estén certificadas por
la ICF (International Coaching Federation)
Según la revista forbes, “El retorno de la inversión en coaching alcanzó 7 veces la inversión inicial. Y más de un cuarto de los clientes de coaching destacaron que la proporción era de 10-49 veces su coste. (Fuente: PriceWaterhouseCoopers and the Association Resource Centre)"
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