lunes, 15 de junio de 2015

Coaching Organizacional, ¿Gasto o Inversión?

Muchas personas tienen la creencia de que el coaching corresponde a un gasto en algo intangible, y que no verán resultados concretos. ¿Será esto así?

Existen diferentes tipos de coaching, y de coaches, de hecho es una palabra que se usa con bastante soltura por parte de algunas personas que no tienen la formación necesaria. En esta columna se pretende entregar una mirada metodológica sobre el coaching organizacional que hacemos y diseñamos en las consultoras TheNest y FocoHumano.

Lo primero es decir que el coaching organizacional tiene que ver con un acompañamiento diseñado para que la organización pueda llegar a los resultados que necesita para cumplir con su misión y su propósito de existencia, el cual siempre tiene que ver con servir al ser humano. Este acompañamiento es diseñado a medida y que no es un producto estandarizado. Se diseña desde la escucha de necesidades y dificultades que está viviendo una organización en particular, y para ello se define y diseña una propuesta de intervención luego de hacer un diagnóstico específico y acordar con el cliente las competencias y habilidades que requiere desarrollar en sus ejecutivos para lograr avanzar hacia su propósito.

¿En qué consiste un diagnóstico? tipologías de personalidad, preferencias de liderazgo, comportamientos y efectividad de equipos, encuestas de 360º, entrevistas, resultados e indicadores de gestión u otro elemento que ayude a levantar la información necesaria para evidenciar un conjunto de acciones e interacciones que hace que la organización tenga los resultados que obtiene. También se crea una línea base desde donde parte la intervención para luego de finalizada, se puedan comparar los resultados.

¿Qué resultados se miden? En primer lugar se mide el cumplimiento de expectativas y el enganche con el proceso, vale decir, qué tanto de lo que se esperaba que pasara efectivamente pasó en el programa. El segundo nivel de análisis viene dado por los aprendizajes que lograron las personas, o sea, qué es lo que declaran que aprendieron, y cómo ha cambiado su conocimiento y actitud en el trabajo. Un tercer nivel de profundidad tiene que ver con la aplicación de estos nuevos aprendizajes, lo cual se demuestra con la aplicación de herramientas y coordinación de acciones con otros en el ámbito laboral. Si los conceptos y herramientas están siendo aplicados, pasamos a un cuarto nivel de profundidad, en donde se miden los indicadores de gestión que se movieron dado el cambio en la forma en que las personas interpretan lo que pasa. En este punto, nos hemos encontrado con organizaciones en distintas etapas de desarrollo, lo cual permite que gracias a esta medición, puedan tener nuevos indicadores que permiten llevar el negocio con una mayor certidumbre. Por último, se evalúa el costo o beneficio que obtiene la empresa por el movimiento de los indicadores y se calcula el retorno de la inversión en la intervención realizada.

Debemos derribar barreras que no nos permiten aprender a interactuar con efectividad y liviandad en las organziaciones. El acompañamiento de las personas y de los líderes debiera ser parte de la "canasta básica" en los presupuestos de las organziaciones. Hoy en día existen varios paradigmas que no nos permiten abrirnos a la experiencia de ser acompañados por un profesional en la materia y también hay muchos que ofrecen servicios sin los conocimientos ni la formación necesaria. Recomendamos hacerse acompañar por personas que estén certificadas por la ICF (International Coaching Federation)

Según la revista forbes, “El retorno de la inversión en coaching alcanzó 7 veces la inversión inicial. Y más de un cuarto de los clientes de coaching destacaron que la proporción era de 10-49 veces su coste. (Fuente: PriceWaterhouseCoopers and the Association Resource Centre)"




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