viernes, 6 de diciembre de 2013

Las Organizaciones y el Cigarro

Una creencia común, que de hecho se enseña en las universidades, es que al mejorar la inteligencia de los individuos que componen el sistema, el resultado total mejorará consecuentemente.

En la práctica, creo que no es así. Según el libro Metamanagement de Fredy Kofman, si maximizamos únicamente la inteligencia individual en un equipo, lo que ocurrirá es que la inteligencia total será mucho menor que la suma de las partes. Podemos ver un ejemplo en el deporte, en donde existen equipos carísimos y llenos de estrellas con bajo rendimiento.

En muchos lugares se pueden encontrar personas muy capacitadas, que en la teoría debieran maximizar el valor entregado por una organización, pero en la práctica no ocurre lo mismo, en muchos casos porque no se cumplen los supuestos de la teoría. Parece ser que los seres humanos no nos comportamos siempre lógicamente como nos enseñaron en la universidad, al parecer, no somos tan racionales como nos hicieron creer en el pizarrón.

Entonces, el problema parece no ser la meta, ni lo que el equipo debe realizar... al parecer, el quiebre está en el cómo se articula la conducta del equipo, que claramente tiene que ver con las personas y los individuos, pero más aún tiene que ver con la interacción entre los individuos.

¿Cómo hacen equipo aquellos gerentes que tienen resultados extraordinarios?

La organización Gallup, realizó un estudio en donde se entrevistó a 80.000 gerentes de 400 empresas para determinar quién lideraba equipos con resultados excelentes y quién no. Fueron utilizadas medidas objetivas de rendimiento, tales como resultados de ventas, rentabilidad, satisfacción de clientes, índices de retención de personal y índices de clima interno. Este es el estudio más grande que se ha realizado en el tema hasta ahora. Las conclusiones determinaron que la jefatura directa es quien más incide en el resultado de los equipos.

Lo expuesto acá no tiene nada de nuevo seguramente, al igual que no tiene nada de nuevo que el cigarro hace mal para la salud. La pregunta sería ¿Por qué las personas siguen fumando aún cuando saben que deben dejarlo? ¿Porqué los jefes tienen ciertos comportamientos, si saben que otros les podrían abrir posibilidades? Quizás, sea un tema de hábitos, del observador que estamos siendo, de cómo hemos aprendido ciertos vicios en el trato de otros, cómo alimentamos el ego, cómo cuidamos la imagen y la estabilidad, el miedo al cambio, en las interacciones, en nuestra manera de plantearnos nuestro quehacer y cómo vemos a los demás, cómo hacemos equipo y cómo interactuamos en ellos. Todos estos, son comportamientos aprendidos, y como tal, se pueden aprender otros.
 
Les dejo estas doce preguntas de Fredy Kofman que son las que con mayor énfasis determinaron los resultados extraordinarios de los equipos del estudio, en el mismo orden. A lo mejor, vale la pena hacérselas o aplicarlas a sus colaboradores en la organización en que estén, que les pongan una puntuación simple, quizás de uno a cinco. Aunque ya lo sepan, aunque ya sepan que fumar hace mal, seguramente hay personas que fuman en su equipo...

¿Sé lo que se espera de mí en mi trabajo?
¿Tengo los materiales y el equipo que necesito para hacer bien mi trabajo?
¿Tengo la oportunidad de expresar mis mejores capacidades cada día en mi trabajo?
¿He recibido en los últimos 7 días algún reconocimiento o felicitación por hacer un buen trabajo?
¿Le importo como ser humano a mi supervisor?
¿Se preocupa mi supervisor por mi desarrollo profesional y humano?
¿Son tomadas en cuenta mis opiniones?
¿Mi trabajo es importante como parte de la misión y el propósito de la compañía?
¿Están mis colegas comprometidos con hacer trabajos de alta calidad?
¿Tengo un buen amigo en el trabajo?
¿He hablado con alguien sobre mi progreso en los últimos 6 meses?
 ¿He tenido oportunidades durante este último año para aprender y crecer?

La relación e interacción de un equipo con su jefe y entre pares, determinará los resultados posibles más que las políticas de la compañía y más allá de si es una compañía conservadora o innovadora o incluso de los sueldos. Las empresas las hacen las personas y fueron concebidas con el propósito de satisfacer una necesidad de las personas, las personas son el activo más importante, más diferenciador. Sin negar que hemos tenido grandes avances tecnológicos y organizacionales, actualmente existe una tremenda oportunidad que podemos aprovechar o dejar pasar, que es crear una empresa que aprende a interactuar internamente, y hacia el exterior, que aprende de sus colaboradores, que aprende del entorno y de si misma. En un mundo en constante transformación, de los aprendices será el fututo.


Las compañías que perdurarán son aquellas que tengan la valentía de dejar los antiguos hábitos para incorporar nuevos que les abran posibilidades de futuro, aquellas compañías que tengan la sabiduría de potenciar sus talentos dejando atrás prácticas obsoletas, aquellas compañías que estén dispuestas a dejar atrás lo que aparentemente les servía, aquellas que realmente quieran dejar de fumar y se atrevan a ponerlo en práctica.

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